Carlos Nárdiz criticó el abandono de los edificios que nacieron al lado de las carreteras
BARBANZA
El ingeniero y profesor participó ayer en el curso de verano sobre estrategias de rehabilitación que se celebra en Rianxo
25 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Hubo un tiempo en el que las viviendas y los negocios se construían al lado de la carretera principal del pueblo, un vial que servía de elemento vertebrador de un municipio e incluso de una comarca. Sin embargo, con el paso del tiempo, no ha habido un proyecto firme para que estas construcciones se mantuviesen, y muchas se han convertido en ruinas, mientras que otras se han derrumbado para levantar grandes bloques de edificios. Esta fue una de las conclusiones de la ponencia que ayer presentó el ingeniero de caminos Carlos Nárdiz, que fue uno de los invitados al curso de verano sobre Estratexias de Rehabilitación, que organiza la escuela de Arquitectura de A Coruña y el Concello de Rianxo, y que este año lleva como título Estrada-rúa: xerme da urbanidade.
Durante su intervención habló de viales como la AC-305, que se convirtió en una calle más a su paso por municipios como Boiro, A Pobra o Ribeira. Nárdiz se quejó de que las Administraciones se hayan preocupado más de proteger los cascos históricos que los edificios que se levantaron al lado de estas carreteras. El profesor también aprovechó su discurso para analizar otras actuaciones urbanísticas que, a su parecer, han tenido un resultado desastroso, como son los rellenos marítimos, que han conseguido separar los municipios del mar.
Medio rural
Por su parte, el geógrafo y sociólogo Álvaro Domínguez aprovechó su charla para analizar los cambios que se han producido en los núcleos rurales, que con la construcción de aceras y servicios de saneamiento han perdido su verdadero sentido.
Además, Pablo Gallego Picard avanzó que las futuras smart city son proyectos en los que no se piensa en hacer un buen urbanismo, sino que la única meta es sacar réditos económicos.