Broche histórico al son de las gaitas

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

DANI GESTOSO

La banda Buxaina redondeó una sesión pirotécnica que los espectadores calificaron como la mejor de todas

09 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las fiestas de Boiro se vienen caracterizando, durante los últimos años, por marcar tendencia en lo que a fuegos artificiales se refiere. Hace un lustro, la sesión pirotécnica incorporó música y este año, el espectáculo se redondeó con la presencia, sobre la arena de Barraña, de 25 gaiteiros de la banda Buxaina de Taragoña. Los músicos aderezaron las impresionantes y coloridas tracas que, durante 20 minutos, brotaron tanto de la primera línea de la playa como de tres estructuras -una más que en la pasada edición- que la firma Resúa instaló sobre la lámina de agua.

Se hicieron de rogar este año los fuegos, puesto que el domingo pasado tuvieron que ser suspendidos debido al mal tiempo, pero la espera valió la pena. Así lo confirmaron los centenares de personas que abarrotaron Barraña en la medianoche del sábado. La sensación ya era buena desde el comienzo del espectáculo, con tracas que al ritmo de la música que emanaba de una cabina móvil surgían sin parar tanto desde la tierra como desde el mar. Pero en el minuto 14 la sesión alcanzó el momento álgido. Mientras sonaban los acordes de la Marcha do entrelazado de Allariz, de Carlos Núñez, sobre la arena hacían su aparición los gaiteiros de Buxaina.

Cuando se hizo el silencio, que rompieron los sonoros aplausos del respetable, el comentario generalizado de los presentes era que habían asistido, sin lugar a dudas, a un espectáculo pirotécnico histórico, el más grandes de las fiestas de Boiro. Para el 2019 se plantea el difícil reto de seguir subiendo el listón.