Las aulas de la escuela de ballet de las Amas de Casa ofrecieron un festival de fin de curso
21 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Un batallón de padres, abuelos y hermanos «orgullosísimos» abarrotaron la Praza de Galicia boirense para seguir con mucho detenimiento la actuación de las cerca de cien integrantes de la escuela de ballet de la Asociación de Amas de Casa de Boiro. Las jóvenes bailarinas ofrecieron más de una hora de espectáculo que sirvió para demostrar todo lo aprendido durante este curso.
La profesora Susana Muñiz se mostró muy satisfecha con el gran trabajo realizado por sus pupilas, y confesó que se vivieron momentos de muchos nervios antes de salir al escenario. «Hubo de todo, desde la que no quería salir y luego estaba encantada, y también la que quería salir y luego acabó llorando».
Destacó el gran mérito que tienen todas ellas, puesto que solamente reciben una hora de clase a la semana y han evolucionado mucho. Aunque las alumnas más pequeñas siempre suelen atraer más las miradas por su espontaneidad, Muñiz quiso hacer un especial reconocimiento a las jóvenes que hace 12 años empezaron con ella en esta escuela, y que, a día de hoy, siguen al pie del cañón. «Llevan conmigo todo este tiempo y siguen resistiendo, a pesar de que ya están en la universidad y tienen que hacer muchos esfuerzos para venir».
Coreografías
El festival de esta escuela de ballet estuvo formado por un total de 12 coreografías, algunas de carácter reivindicativo. «Teníamos un grupo de bellas durmientes que, como no tenemos príncipe, se despertaron ellas solas, en clara alusión a que no necesitan a nadie para valerse por sí mismas», apuntó Muñiz, que confesó que a lo largo de estos años solo habían tenido un único alumno varón, «pero se nos fue».
Durante el espectáculo, además de bellas durmientes, también se rindió homenaje al filme de animación Ratatouille, así como a Mary Poppins, coincidiendo con la nueva película sobre la institutriz.