Los vecinos de Artes comprobaron que la sardina ya empieza a mojar el pan

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Cientos de personas formaron una gran cola para hacerse con las raciones, que incluían jureles y churrasco

18 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Faltan cinco días para la gran noche de la sardina, esa en la que dicha especie tiene presencia en buena parte de las mesas de la comarca, pero ayer se vivió en Artes un explosivo preludio de la fiesta de San Xoán. Cientos de personas hicieron cola para hacerse con el producto estrella de esta época y pudieron comprobar que ya empieza a estar en su punto, es decir, desprendiendo la grasa necesaria para mojar el pan.

Un batallón de personas, ataviadas con camisetas rojas y sombreros de paja, se situaron en las parrillas y tras la gran barra que se montó en los terrenos del Centro Recreativo con el fin de atender a los hambrientos comensales. Tal era la cantidad de gente que se reunió en el lugar que se montó una cola en forma de enorme espiral. Conseguidas las raciones, que además de sardinas contenían jureles, churrasco y cachelos, el principal objetivo era encontrar una sombra.

Se notaba ayer en Artes que muchos de los comensales eran expertos en la materia, puesto que llegaron al recinto provistos de mesas, sillas y vistosas mantelerías, que instalaron en lugares estratégicos para comer resguardados del sol y disfrutar después de una larga sobremesa.

A la sardiñada que puso el broche a las fiestas de Artes, considerada como la más grande de la comarca, le siguió un baile animado por el grupo 3.Com. Difícil calcular los asistentes a esta cita, pero lo que sí se sabe es que agotaron las tres mil raciones dispuestas por los organizadores.