Se avecina el San Xoán más restrictivo

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Solo los ayuntamientos de Muros y A Pobra permiten este año montar las tradicionales hogueras en las playas; en el resto, está expresamente prohibido

17 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Seguro que son muchos los barbanzanos que guardan en su retina la imagen de una hoguera encendida con el sonido cercano de las olas meciéndose sobre la arena y el olor a sardinas asadas como perfectos complementos. Pues esta no será la estampa que reinará la noche del próximo sábado en Barbanza. Hacía ya varios años que los concellos de la comarca venían acotando las zonas para el montaje de las tradicionales cacharelas y en este San Xoán, el más restrictivo de todos, estará prohibido acumular la madera para su posterior quema en las playas de casi todo el litoral. Solo se salvan A Pobra y Muros. En las normativas elaboradas para la ocasión por los demás ayuntamientos figura expresamente la prohibición de hacer fogatas en los arenales.

El ribeirense fue uno de los primeros concellos de Barbanza que puso límites a las hogueras en la playas. Empezó restringiendo su instalación en las zonas dunares y en las áreas integradas en los parques naturales y en la Rede Natura, pero en esta ocasión, la prohibición es expresa: «Non se poderán realizar fogueiras nos areais». El bando publicado por el Ayuntamiento deja la puerta abierta a la posibilidad de montar las cacharelas en zonas próximas al litoral, siempre y cuando estén fuera de la arena, aunque para ello habrá que tramitar las autorizaciones antes las administraciones competentes; es decir, la Demarcación de Costas, la Consellería de Medio Ambiente o Portos de Galicia.

El litoral ribeirense fue escenario en el pasado de graves desperfectos derivados de los desmanes de la noche de San Xoán, como la quema de una pasarela de acceso a la playa de O Castro. Son precisamente estos daños en parajes naturales los que quieren evitar los concellos poniendo restricciones a la noche más mágica del año. También se pretenden erradicar los restos que quedaban sobre la arena tras la fiesta y que, en ocasiones, eran prácticamente imposibles de limpiar.

Señalización de espacios

Estos fueron los motivos que llevaron al Concello de Boiro a ir también estrechando el cerco de las hogueras año tras año. La prohibición afecta en esta ocasión a todas las playas y espacios dunares del litoral. «Na area hai xa varios anos que non se permiten as fogueiras, pero nas zonas de dunas viñamos sendo máis flexibles, o que ocorre é que comprobamos que o solo non se recuperaba dun ano para outro», explicaron desde el departamento de Medio Ambiente. Eso sí, para que los vecinos puedan mantener la tradición de montar las cacharelas relativamente cerca del mar, se han señalizado espacios en diferentes puntos, como Praia Xardín.

Tampoco en Rianxo, Noia y Porto do Son, los bandos editados por los concello dejan lugar a dudas sobre la prohibición de montar las hogueras en las playas. Mientras, en Carnota, el Concello le pasa la pelota a otras administraciones: «Nós non imos dar autorizacións para os areais, pero se queren poden pedírllelas a Costas ou a Medio Ambiente», expuso el regidor local, Ramón Noceda.

Por contra, sí podrán sentarse sobre la arena mientras ven cómo se consumen las montañas de madera los muradanos. La alcaldesa, María Xosé Alfonso, reconoció que la imposición de restricciones sí llegó a ponerse encima de la mesa, pero no cuajó: «Aquí hai moitísima tradición no que á instalación das fogueiras na praia se refire, por iso optamos por seguir permitíndoas». De cara a un futuro próximo, la regidora está segura de que seguirá el ejemplo de sus homólogos barbanzanos: «O problema é que queda moito lixo na area imposible de limpar, polo que acabaremos prohibindo».

También en A Pobra, donde son muchas las personas que celebran el San Xoán en O Areal, podrán de momento seguir saltando las hogueras teniendo la arena como colchón.

Hubo un tiempo en el que prender una hoguera no requería más requisitos que contar con una buena montaña de leña y ramas secas, pero ahora requiere un escrupuloso proceso previo a nivel administrativo. De lo que se trata es de que quede claro el punto en el que se montará la fogata e identificados a sus responsables.

¿Hasta cuándo se pueden pedir los permisos?

En todos los concellos está abierto el plazo para solicitar las autorizaciones. En la mayor parte concluirán entre el miércoles y el viernes, pero en Muros ya solo queda mañana para tramitarlos.

¿Qué información hay que aportar?

Si la hoguera se enciende en una finca privada, el trámite suele reducirse a la identificación de los responsables; pero en caso de que la zona elegida sea pública, suele ser necesario identificar en un mapa el punto exacto para que personal del Concello acuda a hacer una inspección.

¿Se hacen inspecciones?

Lo normal es que agentes de la Policía Local, miembros de Protección Civil o personal municipal haga una ronda por las hogueras antes de su encendido. El objetivo es comprobar que su localización se ajusta al permiso concedido y verificar que se cumplen las normas en cuando a altura y materiales empleados.

¿Cómo hay que dejar el lugar afectado?

En las normativas diseñadas para la ocasión, los concellos de la comarca dejan claro que los promotores de las hogueras están obligados a dejar la zona limpia de residuos. Casi todos los concellos barbanzanos conceden un plazo de 48 horas.

¿Qué pasa si quedan residuos en la zona?

Pasados un par de días a partir de la noche de San Xoán, el personal municipal hace una nueva ronda por todos los puntos en los que se realizaron las hogueras para comprobar su estado. En caso de que se detecte la presencia de residuos, se inicia un expediente sancionador a nombre de la personas que se ha identificado como responsable de dicha fogata.

Las restricciones que afectan al montaje de hogueras en las playas son las más llamativas, puesto que chocan con la tradición existente en los municipios costeros de Barbanza, pero no son las únicas que se imponen. De un tiempo a esta parte también se ha limitado cada vez más el uso de materiales y se han ampliado las distancias a guardar con respecto a viviendas y zonas arbóreas.

Materiales

Nada de neumáticos ni plásticos. No hace mucho tiempo que los promotores de las hogueras se afanaban en buscar neumáticos cada 23 de junio, tratando así de garantizar enormes humaredas. El uso de este material está totalmente prohibido, como tampoco se pueden echar a la hoguera plásticos, aceites, espumas de poliuretano y otros elementos de rápida combustión. En algunos concellos incluso se hace mención especial a colchones, muebles y otros enseres domésticos.

Soportes

Necesario uso de chapas metálicas. En relación a la instalación de las cacharelas sobre zonas pavimentadas hay diversidad de criterios en la comarca. La mayoría de los concellos exigen la instalación de chapas metálicas o el depósito de arena, con un mínimo de diez centímetros de grosor. Pero Boiro, por ejemplo, prohíbe las quemas sobre el asfalto y Rianxo recoge que las hogueras no podrán situarse sobre piedra o superficies pintadas. En Ribeira solo se concederán autorizaciones excepcionales para espacios urbanos pavimentados.

Altura

Seis metros, como máximo. Hay concellos que no especifican en sus normativas el tamaño máximo que pueden tener las hogueras, mientras que otros sí lo hacen. En Boiro y Mazaricos no podrán superar los ocho metros de perímetro ni los tres de altura; mientras que en Ribeira se pone el límite a la acumulación de madera en un metro y medio; eso sí, se deja la puerta abierta a excepciones, como las tradicionales cacharelas de Palmeira. En Porto do Son y Noia, el fuego podrá tener una altura máxima de seis metros.

Distancias

Hasta 50 metros. Los concellos inciden en la necesidad de guardar distancias de seguridad con respecto a viviendas y zonas arboladas. En este caso, Ribeira, Noia y Porto do Son son los más restrictivos. La separación de hogueras y árboles debe ser, como mínimo, de 50 metros.