Más de 12.000 vecinos deberán pagar la tasa de actualización del catastro

a. lorenzo / alvite RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MATALOBOS

En Boiro, Lousame y Porto do Son están recibiendo estos días las notificaciones

15 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El próximo 31 de julio se pondrá el punto y final al proceso de revisión catastral que se ha llevado acabo en Galicia en los últimos años y que ha acabado destapando unas 15.000 construcciones en la comarca que se encontraban en una situación irregular, ya fuera porque no estaban inscritas o porque se hicieron determinadas mejoras en los inmuebles que no fueron comunicadas al registro dependiente del Ministerio de Hacienda. Según los cálculos que se han hecho en las oficinas de recaudación de los concellos barbanzanos, alrededor de 12.000 vecinos se verán afectados por esta situación y, como primer paso, deberán pagar la tasa de 60 euros para normalizar su situación catastral.

Sin embargo, aquí no acabará el desembolso económico para los afectados, ya que esta actualización de los datos conllevará una subida en el correspondiente impuesto de bienes inmuebles (IBI), e incluso un recargo de hasta cuatro años dependiendo en qué fecha se hubieran realizado las reformas. Los vecinos de algunos municipios como Ribeira, A Pobra, Rianxo, Carnota o Muros ya saben lo que es cumplir con estos trámites, puesto que fueron los primeros en tener al día los datos catastrales.

Precisamente en la oficina de recaudación pobrense explicaron ayer que «o ano pasado liquidouse o recargo do 2013, e este ano faranse os dos tres exercicios que quedan pendentes». Reconocen que para muchos contribuyentes la cifra a abonar puede ser muy importante, puesto que puede ir desde los cerca de 20 euros a mayores que se pagan por arreglar el tejado y no haberlo comunicado a Hacienda, hasta los 90 por no tener registrada una vivienda, una cantidad que habría que multiplicar por tres o por cuatro, dependiendo de si ya se abonó algún recibo atrasado.

En Boiro, Porto do Son y Lousame deberán tomar buena nota de esto, puesto que desde hace unas semanas están llegando a las viviendas de los vecinos afectados las correspondientes notificaciones de pago. Hasta las oficinas de recaudación boirenses se han acercado muchos de estos residentes que desconocían que tenían que pagar más de contribución, y a los que se le comunica que deberán abonar además la tasa de 60 euros para regularizar su situación.

Desde gallineros a piscinas

Según la normativa de la Dirección General del Catastro, están obligadas a incluirse en su registro, y por lo tanto a tenerse en cuenta a la hora de abonar el recibo del IBI, todas las construcciones que tengan tres paredes y metro y medio de altura. Por este motivo, hay que dar de alta desde gallineros, hasta establos, cobertizos para guardar la leña o aperos de labranza

Asimismo, también hay que dejar constancia de todas las obras que se lleven a cabo en una vivienda, desde ampliaciones, hasta cuando se cambian las ventanas, se pinta la fachada, se cubre una terraza o se arregla el tejado, ya que todas estas actuaciones conllevan la revalorización de un inmueble y Hacienda tiene que tenerlas en cuenta.

Otras de las construcciones que también deben de pasar a formar parte de los archivos del catastro son todas las piscinas y pistas deportivas que se construyen en las parcelas particulares, unas instalaciones que han sido las que más han salido a la luz gracias a las investigaciones que se llevaron a cabo para actualizar el catastro en los concellos de toda Galicia.