La comarca respondió a la crisis de los refugiados sirios

Marta Gómez Regenjo
M. Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

14 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No es la primera vez que Barbanza muestra su cara solidaria ante casos extremos como el que viven las personas que viajan a bordo del Aquarius, entre las que hay niños y embarazadas. El antecedente más reciente es el de los refugiados sirios, que desembocó en una oleada de iniciativas tanto de las Administraciones como de entidades y particulares. Algunas no tuvieron repercusión.

Instituciones

Concellos volcados. Como ahora, o incluso en mayor medida, los concellos se volcaron con los refugiados. Hubo acuerdos plenarios en lugares como Outes, Noia o Ribeira. En este caso, el Ayuntamiento estaba dispuesto a alquilar tres casas para alojarlos. Sin embargo, este y los demás ofrecimientos cayeron en saco roto porque a la comarca no llegó ningún ciudadano sirio. De hecho, los alcaldes reconocen que es muy posible que esta vez tampoco llegue nadie.

Particulares

Registro de viviendas. Aquellos ayuntamientos con menos capacidad de acogida apelaron a la solidaridad de los vecinos mediante la creación de un registro en el que las familias dispuestas a acoger refugiados se inscribieran. Uno de los lugares en los que se puso en marcha es Lousame y a él apuntaban ayer los responsables municipales como alternativa para recibir a los migrantes del Aquarius.

Recogidas

Múltiples iniciativas. En aquellos meses se sucedieron las iniciativas para enviar comida, ropa y medicamentos a las miles de personas hacinadas en los campamentos de refugiados.

Grecia

Viajes a los campamentos. De hacer llegar esa ayuda se encargaron distintas entidades, como la Asociación Integral Rescate en Emergencias (AIRE). El noiés Ramón Vidal fue una de las personas que viajó a los campamentos y explica que la entidad sigue trabajando tanto en Grecia, llevando alimentos, como aquí, con charlas de concienciación en los colegios: «Tenemos la obligación moral de contar lo que está pasando». Sobre el Aquarius, añade: «No debería ser noticia que España acoja a esas personas, debería ser lo normal».