El 80 % de los nuevos comercios de proximidad no logran consolidarse

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Hay emprendedores que solo aguantan unos meses y otros resisten para conservar las ayudas

10 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Calles céntricas en las que abundan bajos que se alquilan o traspasan constituyen el mejor indicador de la mala situación por la que atraviesa el pequeño comercio. Patronales, proveedores y empresarios de la comarca coinciden en manifestar que las ventas han descendido de manera estrepitosa, y algunos sentencian que la situación es, incluso, peor a la vivida durante la época de crisis. Este es un mal momento para invertir en la apertura de un negocio. Lo aseguran profesionales con años de experiencia en el ámbito de la distribución, quienes estiman que un 80 % de las nuevas tiendas que se abren en Barbanza no consiguen consolidarse.

Un representante concreto tuvo clientes que cerraron antes de un año, mientras que otro dedicado a la comercialización de suministros detalló: «Ás veces fan pedidos grandes e dígolles que o mellor é ir pouco a pouco, porque xa me ten pasado de algún peche antes de pagar a mercancía. Se fías a trinta días podes estar perdido».

Sus palabras las corroboran, aunque sin entrar en datos estadísticos, desde las asociaciones de empresarios. En Noia Histórica, por ejemplo, indican: «Tenemos socios de meses». Desde la entidad también subrayan: «Notamos que hay un descenso muy grande en las ventas».

El gerente de la ABE, Tomás Estévez, recalca: «Ultimamente temos comentado que ata parece que resiste mellor o antigo comercio que o novo». El representante de la patronal boirense subraya que «os negocios de proximidade están sufrindo», pero lamenta no disponer de datos «para ter cifras, a nivel local ou comarcal, da repercusión real».

Subvención de autónomos

Un repartidor explica que muchas personas que se quedan sin trabajo optan por el autoempleo, lo que propicia que haya un movimento constante, especialmente en Ribeira, Boiro y Noia, de tiendas que abren y cierran.

A algunos de estos nuevos autónomos, explican desde la asociación de empresarios de Ribeira, no les queda más remedio que aguantar en caso de que las cosas vayan mal porque, si han solicitado alguna subvención, debe mantenerse el negocio en activo dos años como mínimo, en caso contrario hay que devolver el importe recibido.

A las escasas ventas del último año se une el hecho de que el precio de los alquileres no baja, pese a que desde las agencias inmobiliarias se reconoce que la bolsa de bajos sin ocupar va en aumento. El gerente Alfonso Gago explica que «en zonas céntricas de Ribeira se piden precios que prácticamente están al nivel de Santiago».

Como ejemplo, señala que un bajo de unos 200 metros cuadrados y con entreplanta en la calle peatonal de Ribeira cuesta entre 3.000 o 2.500 euros. En la avenida del Malecón o en otras vías céntricas, el coste es de 800 o 1.000 euros por 100 metros cuadrados. También se refiere al auge que en los últimos tiempos está experimentando el barrio de Abesadas: «Hay propietarios que contribuyen a la reforma y el coste es mucho más reducido que en otras zonas». Oscila entre los 500 o 600 euros por locales con una superficie de 80 o 100 metros cuadrados.

Por lo que respecta a Boiro, en la calle Estatuto de Galicia, haciendo esquina con Fernández Mato, puede conseguirse un local de 176 metros cuadrados, sin arreglar, por 450 euros. En la calle Principal, inmuebles de las mismas características, suben a 800 euros y, en la avenida Constitución, uno de 105 vale al mes 750.