El mercado del alquiler de pisos repunta tras varios años de caída

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

La demanda de viviendas ha frenado el descenso en los precios de arrendamiento

07 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Un piso de dos habitaciones, con plaza de garaje y situado en el barrio de Abesadas, puede alquilarse por 320 o 350 euros. Es una cuantía semejante a la que se pide en A Pobra, y unos 150 euros más barata que lo que cuesta mensualmente una vivienda similar en Muros o Noia. Los precios, afirman gerentes de inmobiliarias, no han variado prácticamente nada en los últimos años debido, principalmente, a que el mercado estaba prácticamente paralizado. Sin embargo, la situación ha comenzado a dar un importante vuelco en los últimos meses y la demanda de pisos para arrendar repunta tras varios años de caída.

En una agencia de Muros explican que «todo lo que ofertamos fuera de la temporada estival tiene inquilinos». Este profesional comenta que hay un aumento de la demanda «especialmente de gente joven que se independiza. No tienen dinero para comprar, pero sí para establecerse por su cuenta».

El pobrense Francisco Crusat se expresa en términos similares: «Se alquila enseguida, existe una gran presión en el mercado ahora mismo». De hecho, su compañía no se dedicaba hasta ahora a este segmento de negocio, pero explica que «la situación del sector hace necesario abrir nuevos nichos de mercado».

Más garantías

Uno de los efectos que, comentan los profesionales, ha tenido el ascenso de la demanda es que se ha frenado el descenso en los precios que se venía registrando. En algunos casos no se reducía el importe de forma directa, pero en la cuantía a pagar se incluían aspectos como los gastos de comunidad o de luz.

Eso sí, todos los consultados precisaron que ahora las garantías que se exigen a los inquilinos son mayores, buscando la demostración de que existe una solvencia económica para afrontar el pago mensual.

Han sido numerosos los propietarios que se han topado con la desagradable sorpresa de impagos o, incluso, de tener que efectuar desembolsos porque en el inmueble se habían causado destrozos.

El ribeirense Alfonso Gago, responsable de una inmobiliaria, también constata el aumento del número de clientes que buscan una vivienda para arrendar, hasta el punto de que la oferta actual suele ser insuficiente para atender la demanda.

En algunos casos, aunque por ahora son excepcionales, según comentan desde las agencias, también hay propietarios que hasta ahora reservaban sus apartamentos para el verano y que, sin embargo, han optado por introducirlos en el mercado durante todo el año.

Uno de los motivos es que de esta forma perciben una renta constante. También juegan un papel importante las subvenciones que se conceden desde la Xunta para incentivar el alquiler. Un profesional de Noia explica que esto propicia que haya mayor control sobre el mercado, dado que todos los inmuebles que se arriendan para obtener la ayuda de la Administración autonómica deben estar en una situación legal.

Si el acuerdo es entre particulares, explica, ni titular ni inquilino se benefician del programa.

Estas ayudas también pueden ser la causa de que se haya incrementado la demanda. El sector confía en que se alcancen en la comarca niveles similares a los de hace unos años, en los que este mercado registraba un importante dinamismo.

Los profesionales creen que la burbuja inmobiliaria que se da en las ciudades puede llegar a la zona

El aumento de la demanda de pisos para alquilar ha tenido en las grandes ciudades un efecto inmediato sobre los precios, que se han visto notablemente incrementados, hasta el punto de que se habla ya de una burbuja. Cuando se pregunta por esta cuestión, representantes del sector inmobiliario en la comarca, sin excepción, comentan que es un fenómeno que, por ahora, no se da. Sin embargo, la mayoría no descarta que, de seguir las cosas como hasta ahora, pueda llegar a producirse.

Así lo indica Alfonso Gago: «Puede ser que a medio plazo haya algún movimiento alcista, aunque por ahora no se aprecian síntomas». Este empresario recalca que habrá que analizar la evolución del mercado. Por su parte, otro profesional apunta que, en parte, la burbuja está propiciada por la solicitud de ayudas: «Con unos costes más elevados se benefician las dos partes».

En lo que sí existe coincidencia es en la necesidad de aumentar la oferta para atender la demanda.