Fusión perfecta de albariño y marisco

La Voz

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A Casa da Tía Elisa, un restaurante de Aguiño, ofreció una cena degustación que contó con la presencia de medio centenar de personas

07 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Que el vino albariño y el marisco se entienden a la perfección en la mesa es una afirmación que hace tiempo que los buenos paladares dan por cierta. Por si alguien lo dudaba, A Casa da Tía Elisa, un restaurante de Aguiño, lo confirmó hace unos días, en una cena degustación que contó con la presencia de medio centenar de personas. Por las mesas dispuestas para la ocasión desfilaron los productos estrella de esta localidad ribeirense, aderezados con los caldos de la bodega del Pazo de Rubianes.

Manuel Cornes, el propietario del establecimiento, ejerció de anfitrión, mientras que el noiés Guillermo Hermo, director de la bodega arousana y encargado de la elaboración de sus vinos, presentó las tres variedades que se degustaron: Pazo de Rubianes, García de Caamaño y 1411. Aprovechó para abogar por darle tiempo al albariño en la botella: «En contra de lo que se está haciendo últimamente, hay que dejar que el caldo repose un par de años».

Los vinos constituyeron el complemento perfecto de los manjares que preparó la chef Laila Lembarki: percebes de Couso, almejas de Vionta, navajas de A Catía y lubina. El colofón fue musical y corrió a cargo de la cantautora Ari Magritte.

Rostros conocidos

Entre las personas que asistieron a la degustación, con la que se pretendía dar por inaugurada en el restaurante la temporada de exaltación de los productos de Aguiño, estaban la conselleira do Mar, Rosa Quintana; el extitular de Medio Ambiente, Agustín Hernández; el regidor ribeirense, Manuel Ruiz Rivas; así como diversos empresarios de la comarca.

Manuel Cornes explicó que uno de los objetivos que se marcó cuando decidió abrir las puertas de A Casa da Tía Elisa fue poner en valor los pescados y mariscos de la zona: «Queremos que o establecemento se coñeza pola súa cociña, polo que recorremos sempre a ingredientes da máxima calidade, polo tanto, non podían faltar os mariscos e os peixes que captura a flota local».