El alcalde pobrense acusaba al ribeirense de no asumir los gastos de mantenimiento del recinto de A Curota
05 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Fueron varios los conflictos en los que, a lo largo de la historia, se vieron enzarzados los concellos de A Pobra y Ribeira. Los más sonados tuvieron los límites y la basura como ejes. Y precisamente el basurero que ambos ayuntamientos compartieron durante años en el monte A Curota estaba en el ojo del huracán hace 25 años. Resulta que el entonces alcalde pobrense, Ramón Rego, acusaba a sus vecinos de llevar más de un año sin pagar su parte de los gastos de mantenimiento del recinto, que rondaban los 20.000 euros. El regidor incluso amenazaba con impedir el paso de los camiones si no se saldaba la deuda.
Pese a que en un primer momento, el entonces alcalde de Ribeira, José Luis Torres, trató de echar balones fuera, argumentando que en la casa consistorial no se habían recibido dichas facturas, finalmente hubo entendimiento entre los dos regidores y la sangre no llegó al río.
A Pobra y Ribeira acordaron, dos años después, clausurar el vertedero, que no fue sellado hasta el 2001.