José Manuel Pumar: «Tratamos más ictus con éxito porque se diagnostican y nos llegan antes»

Joel Gómez SANTIAGO / LA VOZ

BARBANZA

SANDRA ALONSO

Organiza un simposio que reúne en Santiago a 150 especialistas de 11 países

01 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

De 800 ictus que asiste cada año el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), un 10 % se tratan con trombectomía mecánica y se tiende al incremento de esta técnica hasta alcanzar las 150 intervenciones anuales, cerca del doble, explica José Manuel Pumar, uno de los neurorradiólogos que se ocupa de aplicarla en el Clínico. Ejerce, además, como coordinador de un simposio que reúne en Compostela a 150 especialistas de 11 países, para abordar los avances y perspectivas del tratamiento de la hemorragia cerebral.

«La trombectomía mecánica consiste en que llegamos a la zona del cerebro obstruida a causa del ictus a través de una arteria. Pinchamos en la femoral y, mediante el uso de un catéter, localizamos el trombo. Utilizamos dos sistemas: uno es como una canastilla, con la que lo recogemos, y otro es a través de la conexión del catéter a una máquina, que aspira el trombo y lo extrae», explica.

En Santiago se utilizan ambos modelos desde que se implantó el Código Ictus, y tienen casi una década de experiencia. Hace un par de años se sumaron además los hospitales públicos de A Coruña y Vigo. «Un neurólogo de guardia coordina la situación en la comunidad gallega y selecciona los casos de ictus que se derivan para tratamiento con trombectomía en los tres hospitales donde se realiza o con otras posibilidades. Se coordina la información por telemedicina, es posible desde cualquier hospital comarcal», agrega Pumar.

Explica que, cuando se sospecha que una persona sufre un ataque cerebral, «si reúne condiciones, se trata con fibrinolisis intravenosa. A partir de ahí se valora si existe lo que se denomina una zona de penumbra, que es tejido cerebral con riesgo de quedarse sin sangre, y si se le puede aplicar la trombectomía mecánica antes de que pasen 8 horas, un período que se valora ampliar, pues en ese caso el paciente probablemente va a quedar con pocas secuelas. El 73 % de los que se han podido beneficiar de alguna de estas terapias mantienen una vida independiente a los 3 meses», sostiene. En el CHUS se han efectuado este año 42 trombectomías, cifra que supone ya un incremento.

Menos tiempo

Pero Pumar insiste en el enorme interés de «acortar el tiempo desde la primera llamada para comunicar el posible ictus, hasta que la persona afectada llega al hospital. Es muy importante, porque cuanto antes llegue, la evolución será mucho mejor. En este simposio, una de las primeras intervenciones fue del doctor Vázquez, coordinador de las urgencias del 061, que abordó este asunto. Podemos decir que tratamos más ictus con éxito porque se diagnostican y nos llegan antes. Es muy relevante seleccionar al candidato ideal», manifiesta este especialista.

Al incrementar las posibilidades de tratamiento de personas afectadas de ictus disminuyen sus complicaciones «y también el gasto. Porque un paciente que sufra un infarto cerebral puede alcanzar entre los 30.000 y 40.000 euros de coste anual, entre la medicación y la rehabilitación. Por eso, si se mejora el tratamiento, se reduce el gasto sanitario».

José Manuel Pumar resalta el interés del diálogo entre especialistas de neurología y neurorradiología «sobre lo que se hace bien y lo que se necesita mejorar». El CHUS está dotado con dos salas de radiología intervencionista y dispone de otra tecnología que permite a sus cinco especialistas efectuar estudios clínicos complejos.

A la inauguración del simposio asistieron el conselleiro Jesús Vázquez Almuíña; el director xeral de asistencia sanitaria, Jorge Aboal; la gerente del área sanitaria, Eloína Núñez; y el director científico del IDIS, José Castillo.