Los irreductibles del Mirador de Padín cerraron una temporada sin caer a la lona

La Voz RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CEDIDA

Los ribeirenses alzaron el título liguero y se ganaron a pulso el ascenso a la máxima categoría del fútbol veterano

01 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Mirador de Padín cerró una temporada para enmarcar. Sin conocer la derrota, sin caer ni una sola vez a la lona, con la única mácula de un simple empate, los ribeirenses alzaron el título liguero y se ganaron a pulso el ascenso a la máxima categoría del fútbol veterano, una División de Honor que ya espera por el bloque dirigido por un Marcos que finalizó el curso con 14 tantos en su casillero.

«Dende que colleu a federación galega a competición mellorou moito a organización. Hai máis seriedade, e para nós os resultados tamén melloraron. Ao sermos máis grupos pode que o nivel empeore, pero grazas a iso, xa non ter que ir a xogar a Lalín unha xornada, conseguimos ir 15-16 xogadores cada fin de semana». El que habla es Andrés Martínez, uno de los pesos pesados del vestuario.

«Foi unha tempada perfecta. Os que máis involucrados estábamos quedamos e foise incorporando xente nova con ganas de volver a xogar ao fútbol», confirma Martínez. Dos jugadores fueron los encargados de llevar en volandas al equipo. Manuel Ángel, como jefe de la medular, mientras que Moisés terminó como máximo artillero con 42 goles en 21 partidos.

La amistad

A pesar de la gesta, lo que realmente motiva al Mirador de Padín son otras ocasiones que poco tienen que ver con la victoria y la derrota. «Somos un grupo de amigos, que xogamos de rapaces xuntos e que nos segue gustando isto», destacó Martínez, quien apostó por dar guerra el próximo año en División de Honor.

«Farannos falta xogadores. Un porteiro sobre todo, solo temos a Juancho que, por sorte, puido vir a todos os partidos», destaca Martínez, quien añade que el cancerbero terminó como Zamora después de una temporada inmaculada. Pasados los 30, la mayoría rondando los 40, el fútbol se mantiene como un estilo de vida, un balón de oxígeno para olvidar los problemas del día a día.

«Co equipo que temos creo que podemos pelexar por manternos en División de Honor», destaca el veterano, conocedor de que el próximo año, los irreductibles de Padín deberán volver a defender su imbatibilidad.