Los casos de varicela se redujeron en más de un centenar desde el 2014

raquel iglesias RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Ribeira y Boiro llegaron a detectar más de doscientos contagios en solo un año

22 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La introducción de la vacuna de la varicela en el calendario oficial infantil parece haber frenado los casos que se venían registrando en Barbanza, que se han reducido en más de un centenar desde hace cuatro años. Fue en el 2016 cuando el Sergas comenzó a inmunizar a los bebés gallegos después de 30 meses en los que las dosis estuvieron fuera del mercado. Una resolución de la Agencia Española del Medicamento prohibió a las farmacias liberar lotes en el 2013 y fue entonces cuando comenzaron los quebraderos de cabeza de los padres de la comarca que querían proteger a sus hijos de una enfermedad de sobra conocida por su signo más característico: la erupción en la piel.

Los diagnósticos de varicela se dispararon y muchas familias decidieron viajar a Portugal para adquirir la prevención. Y es que, en muchas casas se presentó un problema: algunos pequeños con la primera dosis no podían acceder a la segunda.

A lo largo del 2014 se contabilizaron en los once ayuntamientos de Barbanza un total de 430 contagios, si bien el mismo año que se introdujo la vacuna en el calendario oficial la cifra descendió a 275, según los datos que maneja el Sergas para establecer el control de las enfermedades de declaración obligatoria. La tendencia es clara y los casos han ido descendiendo en la mayoría de los ayuntamientos barbanzanos. En Ribeira y Boiro incluso se llegaron a detectar más de 200 en el 2014 y el 2015, respectivamente, si bien a lo largo del 2016 apenas se alcanzó la treintena.

Alguna excepción

En el mapa de la comarca, y con los datos del Sergas en la mano, destaca la excepción de Noia, donde si en el 2015 se registraron apenas cuarenta diagnósticos de varicela, al año siguiente casi se duplicaron.

También hubo períodos en Barbanza en los que esta enfermedad no atacó a ningún vecino. Ocurrió en Boiro en el 2010 y en Porto do Son en el 2006.

Desde el 2016, la vacuna se proporciona a los 15 meses y a los 3 años de edad, si bien se establece una dosis a los 12 susceptible para personas que no han pasado el virus. La Consellería de Sanidade también inocula a grupos de alto riesgo, como a algunas mujeres fértiles no embarazadas, ciertos progenitores de niños sin historia de contacto domiciliario previo con la enfermedad o a algunos profesionales sanitarios, además de a trabajadores de guarderías y escuelas.

El síntoma más característico es una erupción cutánea que aparece en forma de granos que se convierten en ampollas. Hay mitos que conviene desmentir, como que es mejor pasar la varicela que vacunarse. Los expertos coinciden en que no existe ningún beneficio en tener una enfermedad que puede complicarse.