Pedra das Cabras, un grabado rupestre aislado por un angosto camino y un regato

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

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Para llegar a la gran piedra en la que están las inscripciones es necesario sortear un pequeño río con la ayuda de un tronco

21 may 2018 . Actualizado a las 19:06 h.

Las nuevas tecnologías permiten que uno, antes de ir a ver en directo un punto de interés, curiosee en Internet para hacerse una idea de lo que se va a encontrar en el destino elegido. En el caso de la Pedra das Cabras, uno de los grabados rupestres más conocidos de Barbanza, la imagen de Internet poco tiene que ver con la real. En la pantalla del ordenador, la gran roca se encuentra en un terreno limpio, exento de maleza, y se ven claramente dos figuras de animales, con sus seis patas cada uno, fenómeno que se atribuye a la intención de sus creadores de dar la sensación de movimiento. De cerca, la cosa cambia, debido sobre todo al musgo que se ha ido acumulando sobre la superficie de la piedra. Pero lo peor es el acceso.

Ojo para quien tenga pensado visitar la gran roca, porque, pese a que ninguna señal indica que no se puede seguir con el coche, lo mejor cuando el camino se estrecha es aparcar y hacer el último tramo caminando. De lo contrario, uno corre el riesgo de encontrarse con un vehículo de frente y tener que desandar el trayecto marcha atrás. Aún consiguiendo llegar hasta el final, no hay espacio para dar la vuelta, por lo que cambiar el sentido de la marcha pasa a ser obligatorio.

En el trayecto a pie, la situación no mejora demasiado. Hay envoltorios y latas que evidencian visitas anteriores, pero lo que llama la atención es el cuerpo de un animal que debe llevar su tiempo muerto, puesto que desprende un olor insoportable. Se encuentra justo al lado de un regato que, a excepción de que uno esté dispuesto a refrescarse, resulta insalvable. Por fortuna, desviándose hacia la derecha es posible ver un tronco que ha sido colocado de forma estratégica a modo de puente. Al otro lado de este improvisado pasadizo se encuentra la enorme Pedra das Cabras.

Finca particular

Desde el Concello de Ribeira señalaron que el problema fundamental que existe a la hora de mantener en condiciones este paraje es que la roca se encuentra en una finca privada. Añadieron que en el pasado se realizaron gestiones para adquirir dicho terreno, pero resultaron infructuosas. Pese a ello, aseguraron que de forma periódica se llevan a cabo tareas de limpieza en el camino para facilitar el acceso de los visitantes.

Cabe destacar que la Pedra das Cabras se encuentra en un hermoso entorno, con varios pinares y otras enormes rocas que llaman la atención por sus singulares formas. Llegar a ella es muy fácil, tomando un ramal que está situado en el acceso a la autovía de Barbanza por el lugar de As Saíñas. Es una excursión corta, pero agradable.