La señora María ya habló de los escondites del rubio de batea en un documental sobre el enclave

La Voz

BARBANZA

18 may 2018 . Actualizado a las 12:16 h.

Actualmente es difícil identificar un zulo si no se va en compañía de alguien que los conozca, y cada vez quedan menos personas que sepan ubicarlos sobre el terreno. Una de las vecinas que tenía algunos de ellos localizados era la señora María, que ya contó la historia en el documental O Neixón: historia viva dun castro, realizado hace casi una década.

Quien conozca Neixón desde hace tiempo sabrá que la señora María, que murió trágicamente en el 2011, no necesita presentación. Dicharachera como nadie, entablaba conversación con cualquiera al que se encontrase en las inmediaciones del castro y era capaz de contar su difícil vida con toda la sencillez y naturalidad del mundo sin restarle ni un ápice de crudeza.

Menuda, con la cara curtida por el sol y de mirada franca, María era una pieza fundamental de la sociedad de Neixón, y por eso aparece en el documental, en el que no solo habla del marisqueo, sino también del contrabando y de los agujeros que se excavaron en la tierra para esconder la mercancía. Lo cuenta, y además lo muestra. La entrada al zulo que hoy está cubierta por ramas estaba despejada y puede verse un hueco perfectamente cuadrado, lleno de agua, en el que María introduce un palo para mostrar sus profundidad.