Drones para detectar a los furtivos

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

cedida

Los pósitos de Muros, Noia y Rianxo recibieron la visita de un profesional ofertándoles la última tecnología para vigilar las playas

17 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El furtivismo representa un azote constante para las cofradías, bien es verdad que para unas más que para otras, y se ha demostrado que la modificación legislativa no ha servido para que disminuya la presencia de mariscadores ilegales en las playas. Las entidades pesqueras que padecen en mayor medida el problema, como la de Cabo de Cruz, afirman que el número de guardapescas se queda escaso para cubrir el territorio que administran. Haciéndose eco de este problema y aprovechando las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías, un profesional ha visitado los pósitos de Muros, Noia y Rianxo para plantear el empleo de drones en la vigilancia de los arenales.

La propuesta no es descabellada, y desde las propias cofradías aseguran que «é o futuro». Así lo indicó el secretario de la noiesa, Adelo Freire: «A nós parécenos interesante, pero pensado coma un proxecto a medio ou longo prazo». Freire señala que en el mercado hay aparatos que aguantan vientos de 80 kilómetros o más, equipados con cámaras nocturnas y con una autonomía de dos horas.

Formación y precio

El patrón mayor de Rianxo, Miguel Ángel Iglesias, coincide en que acabarán implantándose sistemas de control de este tipo, pero manifiesta que ahora no lo ve viable. En el caso de su cofradía, porque los gastos a realizar son muchos: «Habería que mercar o dron e formar a persoas para que o manexen ou, no seu defecto, contratar a un profesional».

El noiés Adelo Freire comentó que la propuesta que hace el especialista «é máis ben unha invitación para ver se interesa, dado que el non dispón do aparato que faría falla».

Las ventajas, comenta el noiés, son múltiples: «Un dron pode vixiar unha gran superficie sen ser detectado, porque moitas veces os furtivos saben o camiño que realizan os vixiantes en coche ou en lancha». Eso sí, Freire subraya que en ningún caso podría prescindirse de los guardapescas.

Tampoco en Muros ven descabellada la idea y el patrón mayor, Daniel Formoso, asegura: «É cousa de analizalo».

Mientras no llegan los drones, el pósito muradano ha optado por colocar unos potentes focos de luz en las playas de Abelleira y A Virxe: «Algún resultado están dando», explica Formoso.

Por su parte, la cofradía de Cabo de Cruz, a la que, por cierto, no ha ido a visitar el profesional de los drones, ya no sabe qué hacer con la invasión de mariscadores ilegales que se lleva el bivalvo de sus concesiones.

La vicepatrona mayor, Susana Silva, aseguraba ayer: «Hay grupos grandes, de seis o siete personas, que trabajan de manera simultánea. Los guardapescas están a tope, no saben a cuál atender». Afirma que operan en todas las playas y que les da igual que sea de noche o de día. Impotente por la situación que se está viviendo, Susana Silva manifiesta: «Es un problema muy grande, acaban con todo».