Nolo Romero: El capitán se despide 20 años después

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

El mítico zaguero pone fin a su etapa en el Cabo de Cruz, tradición que le dejó su padre, también jugador del club

16 oct 2019 . Actualizado a las 19:34 h.

Nolo Romero (Boiro, 1980) lleva el escudo del Cabo tatuado en el pecho. Su corazón es verde. En el club de Valiño encontró una segunda casa, una segunda familia. La tradición que lo llevó incluso a presidir la entidad nació con su padre. «Jugó en el equipo poco después de que se creara. Él murió muy joven, tenía 31 años y yo 10. De él heredé ese sentimiento de pertenencia».

No fue hasta juveniles cuando comenzó a defender la casaca verde: «No pude hacerlo antes porque todavía no tenían categorías base. Desde aquel momento solo falté un año, que estuve en el Unión. Quería probarme en una categoría superior». Gracias a su entrega no tardó en hacerse con el brazalete de capitán. El camino terminó esta temporada. Después de 20 años, Il Capitano, deja el club. «No se trata de una cuestión física, creo que esta fue mi mejor temporada», reconoce un Romero ecléctico. Hace un par de años conoció una nueva disciplina, las carreras de obstáculos, que lo llevaron a formar Los Vengadores, con los que ha sido campeón de España.

«Creí que era el año para cerrar una etapa y abrir una nueva que me ilusiona. Este deporte me exige más de lo que puedo darle si también entreno al fútbol», reconoce el eterno capitán.

Pasión desmedida

Su cariño a la patria chica le llevó a tomar las riendas del Cabo. Era la temporada 2010-2011, nadie quería hacerse cargo del club y su futuro pendía de un hilo: «Lo cogí con cuatro compañeros más. Tuvimos que dar un paso adelante, aunque fuera de manera transitoria. Fui presidente dos años, hasta que pude volver a ponerme el brazalete».

Aunque el césped siempre le ha tirado, la pasión por el deporte lo llevó a una Gladiator Race hace tres años: «Me lo dijeron unos alumnos del gimnasio. Vi que se me podía dar bien. En la primera quedé entre los 20 primeros, en la segunda, entre los diez, en la tercera gané. Me fui enganchando poco a poco».

Pronto conoció a un grupo de apasionados por este deporte, con los que formó el equipo de Los Vengadores: «Somos mitad civiles, mitad militares. Conseguimos ser campeones de España dos veces seguidas y yo, por primera vez, fui a un Europeo. Ahora trabajo para ir al Mundial, que será en Londres».

Con un pie en la política como concejal de Deportes en el Concello de Boiro, Nolo Romero, que ejerce como monitor de gimnasio, logra sacar tiempo para entrenar: «Hace falta mucha velocidad, pero también potencia para los obstáculos. Necesitas ser un deportista muy completo».

Solo con la mitad del compromiso que mostró hacia un Cabo que tiene un hueco permanente en su corazón, no cabe duda de que Nolo Romero escribirá una prolífica historia en un deporte en ebullición: «Son muchos años entrenando y jugando los domingo. Será un cambio grande para mí, pero sabía que tarde o temprano llegaría».