El Noia vació todo el cargador

a. parada NOIA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Los de José Manuel Pose perdieron un duro partido en el que fueron superiores al Céltiga y se produjeron polémicas y decisivas decisiones arbitrales

07 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Al Noia solo le queda una bala». Fue quizás una de las frases más tópicas y más escuchadas antes del crucial partido que enfrentó ayer a los de José Manuel Pose contra el Céltiga en un abarrotado San Lázaro. Pero la realidad es que al Noia no se guardaba solo una en la recámara, tenía el cargador repleto de calidad y lo vació a lo largo de un choque, que perdió por un 1-3 y que no hace justicia a lo visto y desplegado sobre el césped.

Se trató de un encuentro en el que los de la villa medieval fueron claramente superiores desde el primer cuarto de hora, pero que estuvo condicionado por una serie de polémicas decisiones arbitrales, determinantes para el arranque de los arousanos y su avance en el luminoso. Mas San Lázaro no se calló y los incondicionales cambiaron los improperios por frases especialmente significativas como: «Línea, está todo grabado».

Y es que a nivel individual, los caballeros de blanco estuvieron más que a la altura de un partido esencial, contra un rival directo al que necesitaban llevarle el golaveraje. Prueba de ello fueron los auténticos bailes de salón de Dani Conde y Ferreiro, los cortes de jugadas con precisión de cirujano de Jon o las pugnas de Stefan para salvar bolas al filo de lo imposible.

Los goles

Ambos conjuntos saltaban al campo con un planteamiento de juego que puso intensidad sobre la mesa desde el primer minuto, pero en el que primó la cautela antes que regalar errores. Hasta el primer cuarto de hora no se respiró el peligro ni se vieron unas ocasiones que el Noia inauguró con una bella jugada triangulada frente al área rival, sin fortuna. En el 33 se produjo un calco de la anterior, que estaba obligada a morir tras la línea de córner, pero que Stefan salvó in extremis para que Hugo la fusilase con la izquierda.

Cuando iba a finalizar la primera parte, el técnico de los locales reclamó una falta a la que la colegiada le concedió la ventaja. Instantes más tarde de perder esa bola, un error defensivo en el área permitía que Rubén Márquez pusiese las tablas.

A la vuelta de vestuarios, los dos equipos mantenían el ritmo intacto, cuando se produjo un caso a la inversa del anterior. La árbitra anulaba el tanto de Nando, al considerar que se había producido una falta antes. Desde ese momento, los vilagarcianos se hicieron fuertes ante los síntomas de desesperación locales y Tato marcó un auténtico hito de gol materializando una falta directa, cercana a la esquina, en el 87.

Pero el Céltiga estaba enchufado y en los últimos compases, Sabino no desaprovechó la oportunidad de pasearse por el área para jugársela en un disparo cruzado y sentenciar el 1-3 final.

«No entendemos el por qué del gol anulado a Nando»

 José Manuel Pose, entrenador del Noia

El entrenador de los noieses, José Manuel Pose, se encontró el planteamiento de juego esperado ayer sobre el campo: «Poco fútbol, nadie quería elaborar por lo que todos nos jugábamos». El técnico destacó que controlaron el encuentro hasta el primer gol, «incluso hasta el final de la primera parte, no por el 45, sino por el 47, cuando debía haber acabado en el 46», en referencia a la falta que consideró debía haberse pitado.

 «Hay una serie de decisiones que nos acaban de perjudicar absolutamente. No entendemos el por qué del gol anulado a Nando. Eso acaba por descentrar en un partido en el que no se es brillante, pero en el que tuvimos las ocasiones», explicó Pose, precisando que la concatenación de errores acabó por romper el ritmo de los jugadores y generar golazos como el de Tato. «Es la primera vez que nos sucede algo así en la temporada, pero no pasa nada», indicó del arbitraje.