Los concellos declaran la guerra al feísmo de los chiringuitos de playa

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

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O Son y Ribeira exigen requisitos estéticos, medida que Muros y Carnota quieren emular

07 may 2018 . Actualizado a las 07:52 h.

Hasta hace pocos años, las playas de Barbanza estaban plagadas de chiringuitos de plástico, de colores llamativos y que, en la mayor parte de los casos, publicitaban en grandes letras determinadas marca. Pero, de un tiempo a esta parte, están proliferando en algunos puntos del litoral otro tipo de estructuras más estéticas. Siguen siendo móviles, pero están fabricadas, fundamentalmente, con madera. En algunos casos son los promotores de estos negocios temporales los que se deciden a darle un plus de imagen a las casetas, pero en muchos otros, este esfuerzo obedece a los cada vez más exigentes requisitos que imponen los concellos. Hay ejecutivos que han decidido plantarle cara a lo que consideran un ejemplo de feísmo y otros tienen en mente hacerlo a corto plazo.

En Porto do Son, ya el año pasado se decidió homogeneizar los chiringuitos: «Démoslle aos adxudicatarios unha concesión por catro anos, coa condición de que tiñan que cambiar o plástico pola madeira. Tiveron que facer investimento, pero tamén se evitarán repetir os trámites nunha tempada, polo que en xeral a idea tivo boa acollida», explicó el alcalde, Luis Oujo. De hecho, Concello y concesionarios se ahorrarán este verano el papeleo previo a la puesta en marcha de la media docena de puestos que en breve abrirán sus puertas en el litoral del municipio.

También el gobierno ribeirense ha decidido actuar en este campo. Para los seis chiringuitos que adjudicará directamente el Concello, entre los que se encuentran los dos a instalar en Coroso, se exige un acabado en madera. Se da la circunstancia de que ni Costas del Estado, que tiene cuatro en su zona de competencia, ni Costas de Galicia, que probablemente autorizará uno, imponen los mismos requisitos, por lo que el litoral de Ribeira seguirá teniendo algún puesto de plástico.

En Carnota aún no han tomado cartas en el asunto, pero el alcalde, Ramón Noceda, aseguró que tiene mucho interés en hacerlo: «Xa se falou cos candidatos a facerse cargo dos postos para ver a posibilidade de mellorar a súa estética e algún tomou a iniciativa, cambiando o plástico pola madeira, pero é unha cuestión na que queremos mergullarnos».

También en Muros piensan, en un futuro cercano, elaborar un reglamento que fije las condiciones que deberán cumplir los chiringuitos: «O Concello non fai actualmente nada a este respecto, deixando o tema en mans de Costas, pero si que nos gustaría que houbese uniformidade e é unha materia que temos pendente enriba da mesa».

El récord, en Boiro

En el lado totalmente opuesto se sitúa el Concello de Boiro. Ni hay normas al respecto ni está previsto que se vayan a establecer en breve, y eso que es el municipio en el que más puestos se montan cada verano. De cara al que viene están en fase de adjudicación nada menos que 30 chiringuitos. Desde el ejecutivo local señalaron que nunca han recibido quejas sobre la estética de estas estructuras, por lo que descartan, por lo menos de momento, actuar.

Tampoco lo harán en Rianxo, pero allí la situación es muy diferente. El regidor local, Adolfo Muíños, explicó que solo en Tanxil se instalará un puesto dedicado a la venta de helados; en el resto de puntos del litoral abrirán sus puertas locales permanentes, que están cerrados durante el invierno.