La burocracia ralentiza la señalización de los polígonos de bateas con balizas

Marcos Gago Otero
m. gago PONTEVEDRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Portos mantiene que licitará el proyecto conjunto para las rías de Pontevedra, Vigo y Arousa antes de que acabe el año

06 may 2018 . Actualizado a las 13:30 h.

El 26 de abril de 2017, la ría de Pontevedra se vistió de luto tras la colisión del Nuevo Marcos contra una batea frente a Tambo. Resultado: tres muertos. Un año después, la lenta maquinaria administrativa ralentiza un proyecto de mejora de la seguridad vial que Portos de Galicia lleva tiempo intentando sacar adelante: la señalización con balizas luminosas de los polígonos bateeiros.

La idea es colocar una señalización luminosa que sirva para identificar los vértices de los polígonos. En su día, Portos explicó que las señales no se realizarán sobre las propias bateas, porque estas plataformas flotantes son concesiones de particulares. En su lugar se ubicarán unas boyas, dotadas de balizas, en las cuatro esquinas de cada parque mejillonero. La actuación está presupuestada por la Consellería do Mar en dos anualidades, la actual y la siguiente.

Esta propuesta se hizo pública en febrero del 2016, cuando Portos inició su tramitación ante Puertos del Estado, el organismo con competencia para su tramitación y aprobación definitiva. La burocracia va lenta y en la tramitación se han incluido diversos informes sectoriales. Además, fue necesario recabar el visto bueno de la comisión de faros que, en junio del 2017, hizo una modificación a la iniciativa de Portos. La Xunta tuvo que revisar el proyecto y volver a recabar la luz verde, y nunca mejor dicho, de Puertos del Estado. Este permiso preceptivo y obligatorio aún no ha tenido lugar.

Licitación conjunta

Por si esto fuera poco, una nueva modificación en la ley que rige las contrataciones pública el pasado 9 de marzo añadió una complicación más. La intención inicial de Portos era la elaboración de un proyecto individual para cada ría -Pontevedra, Vigo y Arousa-, que se licitaría de forma separada. Sin embargo, el cambio legal impone que no se puedan fraccionar o dividir actuaciones con una misma finalidad, por lo que la dificultad de los pliegos de condiciones que regirán el concurso se ha multiplicado.

Desde el ente autonómico son optimistas y consideran que, si no hay sorpresas, este proyecto se podrá licitar, de forma conjunta para toda Galicia antes de que acabe el año.