El desempleo se aleja de la barrera de los 7.000 parados

Raquel Iglesias RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

En los 11 ayuntamientos de la zona todavía hay un total de 6.783 personas en busca de ocupación

05 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque el paro es un drama en cada una de las familias que lo sufren, parece que el 2018 será un buen año para Barbanza en lo que se refiere a las cifras de desempleo, que ya suma cuatro meses de caída. Desde enero las buenas noticias se suceden y la comarca se aleja poco a poco de la barrera de los 7.000 parados, tal y como se refleja en los informes que facilita mensualmente la Consellería de Economía, Emprego e Industria. En los 11 ayuntamientos de la zona todavía hay un total de 6.783 personas en busca de ocupación. Atrás quedan años, no tan lejanos, en los que se pasaba de los 10.000 vecinos en busca de una salida laboral que no llegaba.

La alegría va por barrios. Mientras que en la capital barbanzana la cifra de desempleados desciende en algo más de medio centenar de personas, en tres municipios ocurre justo lo contrario y el número se incrementa. Se trata, en concreto, de las localidades de Muros, Noia y Porto do Son. El sector servicios es el que se lleva la peor parte, seguido de la industria.

Por sexos, hay más mujeres que hombres desempleados y la brecha comienza a ser preocupante. Entre Ribeira, Boiro, A Pobra do Caramiñal y Rianxo suman 2.413 mujeres en busca de empleo, frente a 1.625 hombres en la misma situación.

Contratos en precario

Aunque las cifras del paro invitan al optimismo, los sindicatos recuerdan que el empleo que se está creando en los últimos meses no es precisamente de calidad, puesto que son contratos temporales y, la mayor parte de las veces, en precario. Esta es una de las quejas que se escuchan en las oficinas especializadas en asesorar a quienes busca trabajo.

La sede del INEM de Boiro seguía ayer recibiendo la visita de muchas personas que buscan una salida a su situación, si bien los datos dan un halo de esperanza a quienes todavía engrosan las listas del paro. Alfonso era uno de los jóvenes que salía de las instalaciones con la esperanza de que su suerte cambiase pronto. Durante mucho tiempo ha estado encadenando contratos temporales y su intención es conseguir un empleo estable.

Otra mujer de 45 años tramitaba una solicitud para optar a una ayuda y aseguraba haber estado empleada durante muchos años en una conservera, si bien últimamente no había tenido mucha suerte a la hora de encontrar un puesto de trabajo fijo.

«Llevo trabajando desde que tenía 14 años, creo que ya me merezco un poco de estabilidad»

María Eugenia Montes, ribeirense que acaba de conseguir empleo

El trabajo le cayó del cielo a María Eugenia Montes, una ribeirense de 41 años que engrosaba la lista del paro desde finales del año pasado. Acaba de conseguir empleo en una panadería de Santa Uxía y su sonrisa contagia a la clientela que acude al establecimiento. Y es que no puede estar más contenta: «Trabajé durante un tiempo en una conservera, pero si me ofrecen alguna posibilidad para salir del paro, bienvenida sea. Yo lo que quiero es estar en activo. Además, ya he sido camarera, heladera, frutera y carnicera. La cocina me encanta y aquí me encuentro a gusto», enumera.

Montes no sabe hasta cuando podrá echar una mano en este negocio de la capital barbanzana, pero confía en que, aunque vengan mal dadas, a las puertas del otoño vuelvan a llamarla del sector conservero para seguir tirando para adelante.

Su sueño, como el de tantos otros vecinos de la comarca, es tener un trabajo que le permita gozar de una cierta seguridad económica: «Llevo trabajando desde que tenía 14 años, creo que ya me merezco un poco de estabilidad», señala.