Las bajas temperaturas y la acumulación de lluvias provocaron que no se pudieran alimentar
21 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La primavera de hace 17 años también comenzó con mucho frío y lluvia, algo que tuvo consecuencias muy graves en la cabaña mostrenca de la comarca, que vio desaparecer un gran número de ejemplares. Las secuelas de las bajas temperaturas y las incesantes precipitaciones que se registraron durante meses desencadenaron en la defunción masiva de animales, puesto que los pastos eran incapaces de absorber tanta agua y se convirtieron en inservibles para poder alimentarlos.
Propietarios de Barbanza, Muros y Noia echaban en falta más de un centenar de reses que habían fallecido por estas circunstancias, una situación que hasta el momento no tenía precedentes en la comarca.
Este no era el único problema al que se enfrentaba el ganado mostrenco en aquella época, puesto que también había sido víctima de un gran número de ataques de lobos, así como de los disparos de vecinos que no querían que entrasen en sus fincas a comer las cosechas.