El Concello de Boiro investiga si hubo mala praxis en la gestión del tanque de tormentas

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Esta semana se iniciaron las obras de vaciado del depósito y se comprobó que no estaba lleno de lodos como se pensaba

19 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Si durante meses se culpó a los lodos acumulados en el tanque de tormentas de O Saltiño de los vertidos que se realizaron a la playa de Barraña, ahora parece que el responsable es otro. En concreto, el gobierno local ha abierto una investigación para descubrir si una mala praxis de la empresa concesionaria de gestionar este servicio está detrás del origen del problema.

Esta misma semana se iniciaban los trabajos para vaciar los supuestos fangos acumulados en este depósito boirense y que, debido a su gran volumen, no permitían absorber el agua de las intensas lluvias que cayeron durante los últimos meses, lo que derivaba en que esta acabase rebosando por fuera. Sin embargo, como explicó ayer el alcalde, Juan José Dieste, «después de tres días vaciando el tanque, se ha comprobado que apenas hay lodos, y solo se trataba de agua sucia».

Bombeos y aliviaderos

Por este motivo, los responsables municipales quisieron ir más allá y buscar el origen de este gran problema, y descubrieron que, presuntamente, la compañía que gestiona el servicio «apagaba los bombeos durante las noches, además de abrir los aliviaderos, lo que provocaba que el mar se colase en el interior de las instalaciones cuando subía la marea. A los defectos estructurales que tiene el depósito se ha unido una mala gestión de la concesionaria», destacó el regidor, que ya anunció que mantendrá un encuentro con los responsables de este servicio para pedirles explicaciones, «puesto que se ha estado jugando con la ría de la que viven decenas de personas».

La única buena noticia de todo este embrollo es que las obras que se están realizando en el tanque de tormentas ya no conllevarán un gasto tan elevado como se temía en un principio, puesto que se calculaba que la retirada de lodos podría costar entre 170.000 y 260.000 euros, y la mitad de ese dinero se iba a invertir precisamente en deshacerse de los fangos.

«Había que llevarlos a una planta de tratamiento de residuos de A Coruña, que cobra más de 125.000 euros por destruirlos, y en esa cantidad no estaba incluido el transporte», afirmó el regidor boirense, que insistió en que va a llegar hasta el fondo de este asunto.