La pequeña muralla de Troya barbanzana

Antón parada RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

La datación científica precisó que el parapeto hallado en Moimenta es del Bronce final, al igual que la de la historia de «La Ilíada»

05 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los resultados de las pruebas de datación a las que fueron enviados diversos restos arqueológicos encontrados en las últimas intervenciones realizadas en la comarca comienzan a ver la luz. Una de las fechas más relevantes obtenidas por el laboratorio estadounidense Beta Analytic es la relativa a la muralla milenaria hallada en el lugar boirense de Moimenta, concretamente en la zona de Coto do Espiño. Esta estructura defensiva se encuadra en el siglo X a. C., es decir, en un período de transición entre el final de la Edad del Bronce y la del Hierro, que, curiosamente, coincide con la de otra afamada muralla, la de Troya.

No obstante, y salvando las distancias de la monumentalidad y de la sociedad de su homóloga turca, la construcción de Moimenta comparte otra similitud con la de La Ilíada, su destrucción. Y es que la aproximación cronológica confirmada por el centro de Miami marca el momento en que el parapeto sufrió un intenso incendio, similar al que se produjo en la intervención denominada Troya 6 en la misma época.

Asimismo, desde el Grupo de Estudos para a Prehistoria do Noroeste Ibérico (GEPN) de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) han indicado que se trata de un hallazgo histórico de especial relevancia, ya que se situaría entre las murallas más antiguas de toda Galicia y que marca el inicio de los primeros asentamientos castrexos, a la vez que será especialmente útil para investigar sobre el paso de una sociedad nómada a una sedentaria.

El castro en lo alto

Por otra parte, Beta Analytic ha corroborado las hipótesis iniciales del GEPN, acerca de que el castro localizado en la cima de Coto de Espiño se encuadra en el siglo II a. C., contexto histórico en el que se enmarcan la mayor parte de asentamientos gallegos de este tipo. «Estamos ante un lugar ocupado nun determinado momento, que acaba incendiándose e que, séculos despois, volve a ser empregado», destacó el arqueólogo Carlos Rellán de las distintas fases de uso en el mismo lugar.

Además, cabe resaltar que a escasos metros, en la zona de Chan do Cerqueiro, fueron identificadas viviendas del Calcolítico, cuya ocupación es incluso anterior a las de la colina en más de dos mil años. «A muralla é relevante porque aporta datos sobre as características que acabarán dando forma á cultura castrexa, dende o século VI a. C. cara atrás non contamos con tanta información. En Moimenta está a semente do nacemento do castro típico galego», explicó el experto.

Por estos motivos, el grupo que dirige el doctor Ramón Fábregas no tenía dudas de que en la cima de Coto do Espiño se encontrarían con el modelo habitual de asentamiento, «o cénit das construcións castrexas» en palabras de Rellán, puesto que se habían recuperado restos de molinos de piedra y otros útiles que cumplían la función de «fósiles directores», vestigios que permiten apuntar con cierta seguridad a una época concreta.

Otro caso en la comarca

«Este caso é moi similar ao que escavamos no 2004 en Ribeira, no asentamento de Os Pericos en Aguiño», indicó Rellán, puntualizando que la muralla boirense está hecha con técnicas constructivas más avanzadas. Pero el parapeto de Os Pericos no guarda tantas similitudes con Troya como el de Moimenta, ya que Coto do Espiño cuenta con las evidencias del fuego que llegó a fundir las piedras, sin que ello permita asegurar que el motivo fuese un enfrentamiento con otros grupos, un accidente o el abandono de una población que rondaría el medio centenar de habitantes.

Puede que Barbanza no tuviese el caballo de madera ni el Estado troyano, pero sí su pedazo de historia con sabor a Homero.

Los expertos buscarán viviendas más antiguas bajo la cima (Análisis)

A los importantes hallazgos realizados en los dos yacimientos arqueológicos de Coto do Espiño podrían sumarse otros nuevos a lo largo del 2018, ya que está previsto que la intervención continúe durante los meses de junio y agosto. En ese sentido, el trabajo de los expertos estará enfocado en buscar un vínculo entre el castro de la cima y la zona de la muralla.

¿En qué consistirá la nueva fase de estudio en lo alto de Coto do Espiño?

Después de que la datación cronológica haya corroborado la hipótesis de los arqueólogos y encuadrado el castro de la cima de Coto de Espiño en el siglo II a. C., en verano se realizarán nuevos sondeos en una de las cabañas que se tiene constancia que fue construida sobre otra estructura por determinar. La meta es la de comprobar si hubo un castro anterior que concordaba cronológicamente con la muralla, en el siglo X a. C.

¿La estructura defensiva volverá a ser intervenida?

Sí, puesto que la cronología obtenida analizando los restos de carbón del incendio coincide con la de su destrucción y no con la de su origen. Los arqueólogos de la USC tienen previsto realizar una nueva cata en la parte exterior de la muralla. El objetivo pasa por comprobar la existencia de un hipotético foso, en el que podrían encontrarse vestigios de la base del parapeto, con el que precisar el momento de su construcción.

¿Será posible conocer cuál fue la causa del incendio en la muralla?

Lo más probable es que nunca se sepa, así lo indicó el arqueólogo Carlos Rellán. Determinar el motivo de este incidente requeriría de la aparición de nuevos elementos que apuntasen, por ejemplo, en una dirección bélica, como restos de puntas de flecha metálicas o el más complicado de todos, cuerpos humanos. Precisamente, los altos niveles de pH del suelo barbanzano favorecen una acelerada descomposición de los restos de seres vivos, en contraposición con el terreno de otros puntos del territorio español.

¿Los trabajos también proseguirán en la zona de Chan do Cerqueiro?

La previsión es seguir, ya que se trata de un yacimiento de gran extensión y extremadamente rico en restos de cerámica. Sin embargo, el grupo de arqueólogos tendrá que esperar a la llegada de nuevas dataciones del laboratorio de Miami y a la realización de informes para confirmarlo.