El día grande de las celebraciones se vivió a cubierto en Barbanza

María Xosé Blanco Giráldez
M. x. Blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

La de Ribeira fue de las pocas procesiones del Santo Enterro que desafió a la lluvia y llenó las calles

01 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Lleva prácticamente desde finales de diciembre sin abandonar la comarca y la lluvia tampoco concedió una tregua en el día grande de la Semana Santa. El viernes suele ser la jornada que más actos concentra y la considerada, por lo tanto, estrella en diferentes puntos de Barbanza. En casi todos, las procesiones y escenificaciones previstas para ser desarrolladas en la calle se cambiaron por representaciones en el interior de los templos. Pese a ello, los feligreses respondieron a la llamada y abarrotaron las iglesias.

Estaba previsto que la jornada del viernes marcara un antes y un después en la celebración de la Semana Santa en Ribeira y, pese a las inclemencias meteorológicas, así fue. La asociación de Amas de Casa asumió las riendas en la organización de las actividades del día grande con el fin de relanzarlo y los vecinos respondieron en masa. Aunque el desenclavo tuvo que realizarse en el interior del templo, la procesión del Santo Enterro salió y las calles por las que pasó registraron un lleno. Eso sí, la presencia de negros nubarrones provocó que se acortara el recorrido.

Abarrote en Boiro

No hubo desfile del Santo Enterro en Boiro, pero ni la lluvia ni las sonadas diferencias existentes entre la Iglesia y la Irmandade do Cristo da Misericordia evitaron que el templo parroquial, donde se efectuó el desenclavo, estuviera el viernes abarrotado.

También la iglesia de San Vicente de Noal, en Porto do Son, fue un hervidero durante todo el día. Eso sí, desde la Cofradía de la Pasión de Nuestro Señor lamentaban que la lluvia impidiera realizar en la calle el encuentro, el desfile del Santo Enterro y, sobre todo, la procesión de la Soledad, considerada la más bonita de la Semana Santa sonense.

Pese a todo, los barbanzanos participaron masivamente en los actos religiosos.

La Semana Santa llega hoy a su fin y en Barbanza, si el tiempo lo permite, habrá un colofón importante. Llegará en forma de una cita tradicional, la escenificación de La Palomita en Muros, y con un estreno, la procesión de El Resucitado en Noia. Para las 11.15 horas está fijada la representación de la Resurrección de Cristo en O Curro da Praza muradano. Como en ediciones anteriores, un niño descenderá de un globo cual ángel para hacer el ansiado anuncio. Posteriormente, a las 12.30, habrá una misa en el interior del templo.

En Noia, la procesión encabezada por la imagen del Resucitado partirá a las 11.15 horas de la capilla de San Bernardo al son que marque la banda de música municipal. De camino hacia la iglesia de San Martiño, donde se oficiará la misa, se encontrará con la Virgen y san Juan.