La presencia femenina en órganos de dirección de los pósitos no llega al 20 %

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Cabo de Cruz es el único dirigido por una mujer y en cuatro hay vicepatronas mayores

25 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

De los poco más de 3.500 socios que tienen las 12 cofradías que hay en el área de Barbanza, un millar son mujeres, lo que significa un tercio del total. Sin embargo, la presencia femenina en los cargos de responsabilidad, como el de patrón o vicepatrón mayor, o en los órganos de dirección, cabildo o junta general, sigue siendo bastante reducida y en la actualidad se sitúa por debajo del 20 %.

Pese a que la incorporación de la mujer al mundo del mar ha ido incrementándose con el transcurso del tiempo, el paisaje de la actividad pesquera es mayoritariamente masculino. Por ejemplo, de las agrupaciones de bateeiros que hay en la comarca, solo una tiene una responsable femenina, Dolores Gómez, presidenta de la rianxeira Aspromeri, de igual forma que únicamente hay una patrona mayor, Raquel Souto, que desde las elecciones del 2014 dirige la nave de la cofradía de Cabo de Cruz. En el caso ribeirense, desde hace años, es una mujer, María José Casais, la que está al mando de la Cooperativa del Mar de Ribeira.

Las propias profesionales del sector señalan que es un ámbito que continúa muy vinculado a los hombres, aunque cada vez son más las que ponen de manifiesto su capacidad y su deseo de participar de manera activa. Un ejemplo de ello fue la creación, hace un par de años, de la entidad de mujeres armadoras Altamur, presidida por María José de Pazo. El colectivo está integrado en la asociación de palangreros Orpal, que tiene su sede en Ribeira.

Es en el marisqueo, especialmente a pie, donde se concentran el grueso de las profesionales. La presencia en el sector de a flote se reduce bastante y es nula en otros ámbitos pesqueros. Por ejemplo, desde la cofradía de Portosín indican que todos los socios son varones.

Productoras consultadas reconocen que a las mujeres les falta todavía decidirse a dar un paso adelante para, por una parte, posicionarse como aspirantes a dirigir las cofradías y, por otra, para asumir determinados roles dentro del mar.

Al frente de la embarcación

Un ejemplo de lo anterior es Pili Aguiar, mariscadora de Rianxo que, pese a llevar 14 años ejerciendo la actividad, solo hace tres que patronea la embarcación y acude a faenar en solitario: «O meu home comezou a faenar en Noia e, unha de dúas, ou quedaba sen traballo ou ía soa». Reconoce que a flote son pocas las que lo hacen, pero cree que se debe a una injustificada falta de confianza: «Eu saco un xornal coma calquera. Penso que ás veces nos acomodamos e pensamos que nos fai falla un reforzo porque esta actividade implica un traballo físico importante, pero podémolo facer perfectamente».

Comenta, sin embargo, que «non me sinto discriminada, pero este é un mundo machista. Parece que invades un territorio de homes. Semella que por ser muller tes que demostrar máis».

Pili Aguiar manifiesta que se siente más cómoda con la gente joven que tiene su mismo oficio: «Veñen con outras forzas».

En este mar en el que los hombres siguen siendo predominantes, el pósito de Cabo marca la excepción porque es el único de la zona en el que al frente de los principales cargos hay mujeres.

Actualmente, solo cuatro pósitos, Palmeira, Muros, Lira y la propia entidad crucense, tienen vicepatronas mayores. En A Pobra la hubo, pero el patrón mayor explica que dimitió. En Lira, una cofradía en la que desde las elecciones se han sucedido los relevos, hubo una patrona que tomó posesión al dimitir el profesional elegido en las urnas, pero al final también lo dejó.

En los cabildos de las cofradías, que suelen estar integrados por entre nueve y 11 personas, el número de mujeres es siempre menos de la mitad.

Sin candidatas en las quinielas para las elecciones que se realizarán este año en las cofradías

A principios del verano deberán celebrarse elecciones en las cofradías para la renovación de los órganos de dirección. Aunque la Consellería do Mar todavía no ha convocado los comicios, en las entidades comienzan a registrarse movimientos y ya empiezan a escucharse distintos nombres. Entre los que se barajan hasta el momento no figura el de ninguna mujer que parezca interesada en postularse para el cargo de patrona mayor, aunque se desconoce lo que sucederá finalmente.

La que no tiene intención de repetir es la crucense Raquel Souto, quien manifestó que descarta volver a presentarse. Explicó que considera que ya ha cubierto una etapa y que es bueno que haya renovación en el puesto. Tampoco parece que la segunda de a bordo, Susana Silva, quiera tomar el testigo.

Hace cuatro años, en las primeras elecciones conjuntas de todos los pósitos gallegos, Raquel Souto se convirtió en la primera patrona que tenía la comarca.

Distintas normas persiguen favorecer la inclusión de trabajadoras en el ámbito marítimo

El marisqueo a pie aglutina a la mayoría de las profesionales de la pesca, pero el camino para conseguirlo tampoco fue sencillo. El proceso comenzó en los años 90, siendo delegada territorial y directora xeral de Pesca la actual conselleira do Mar, Rosa Quintana. En la actualidad, las normas aprobadas por la Xunta para regular el acceso a los permisos de explotación incluyen algunos aspectos para favorecer la incorporación femenina.

Así, desde la consellería señalan que en las solicitudes para la modalidad de recursos específicos para el marisqueo a flote se tienen en cuenta, entre otros criterios, que entre las personas enroladas haya mujeres. Esto está permitiendo, dicen desde los pósitos, que esté aumentando la cifra de mujeres que faenan en embarcaciones.

A nivel general, para obtener el permex también se valora de manera positiva a las víctimas de violencia de género. El objetivo es facilitar su incorporación a la vida laboral y proporcionarles un medio de vida con el que poder recibir unos recursos dignos a cambio de su trabajo.