Un cambio de párroco o un giro radical en la forma de actuar del actual son los requisitos que pone para resolver el conflicto existente
18 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Consiguió relanzar la Semana Santa boirense, pero en esta edición la Irmandade do Cristo da Misericordia ha anunciado que no participará en las celebraciones. El hermano mayor, Jesús Martínez Sexto, ve difícil encontrar una solución al conflicto con la Iglesia.
-¿Cuál fue el desencadenante del desencuentro?
-Se le pidió a la Iglesia que sus representantes acudieran a las procesiones con la vestimenta de la cofradía y dio la callada por respuesta. Fue la asamblea, que es soberana, la que decidió entonces no participar en los actos. Mi idea era salir, como el año pasado, y a partir de ahí empezar a limar asperezas.
-Una pena este fin después de todo el trabajo realizado...
-La gente tiene la rabia, hay un disgusto enorme. Teníamos las bandas contratadas, el pregonero buscado y el libro maquetado.
-¿Ve posible un entendimiento en el futuro?
-Lo puede haber, pero siempre y cuando esta gente, incluido el Arzobispado, cambie de actitud. Nada más llegar, el cura dijo que desharía la cofradía y lo está consiguiendo. La solución pasa por un cambio de párroco o por que el que hay cambie su actitud por completo. Pedimos una vez por las puertas para fundar una hermandad y no nos importaría hacerlo de nuevo para crear una cofradía civil.
-¿Se plantean esa posibilidad de cara a la próxima Semana Santa?
-Es la vía que nos queda. El párroco y sus colaboradores quieren que nos aburramos y plantemos, pero no lo van a conseguir. No nos permiten ni exponer la virgen en los locales de la cofradía. Si la solución es fundar una nueva entidad, lo haremos. Así saldremos en procesión a la hora que queramos.
-¿Piensa que tendrán el apoyo de los vecinos de Boiro?
-Estoy convencido de que más del 90 % de los vecinos nos apoyarán, porque el cabreo es generalizado.