El proyecto prevé una nueva distribución de los espacios para prestar una mejor asistencia
17 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Las instalaciones de Urgencias del hospital comarcal están cada vez más cerca de ser ampliadas, después de que ayer por fin se presentase el proyecto definitivo que permitirá pasar de los 650 metros cuadrados actuales de los que dispone el servicio a un total de 1.097, lo que implicará un incremento de su capacidad en un 40 %. Jesús Álvarez, jefe de Obras e Proxectos de la Consellería de Sanidade, fue el encargado de explicar cómo se desarrollarán los trabajos, que afectarán principalmente a la pérgola de acceso de ambulancias y pacientes, que será la zona hacia la que se extienda el servicio.
La principal novedad será la distribución de los espacios, «ya que se busca la funcionalidad, con dos entradas independientes para camillas y para enfermos, así como tres zonas diferenciadas: una para pacientes críticos, otra para el control de enfermería y observación, y otra para espera, así como una zona específica para urgencias pediátricas», apuntó Álvarez, que también dijo que habrá dos pasillos que servirán para delimitar estas áreas, al mismo tiempo que permitirán un movimiento más fluido.
Centro neurálgico
Así, la zona más ambulatoria de las futuras Urgencias se situará en el acceso principal de la fachada este, mientras que los boxes se acomodarán en la zona más privada del ala oeste. Asimismo, la sala de observación -que dispondrá de más de 100 metros cuadrados de superficie- estará al lado del control de enfermería y funcionará como centro neurálgico, limitando la circulación y manteniendo un control total de todo el conjunto.
El diseño también prevé la construcción de una nueva marquesina de acceso para pacientes y ambulancias que se integrará en el propio edificio, así como diferentes mejoras en la fachada y en la cubierta de esta parte del hospital, que tenían varios problemas de filtraciones y que ahora se solucionarán, al mismo tiempo que se incrementará la eficiencia energética.
«Además de mejorar la funcionalidad del servicio, los trabajos servirán para reformar la fachada y darle un aspecto más moderno y más claro», destacó el jefe de Obras de Sanidade, que calculó que la duración de las obras podría extenderse por espacio de diez meses, por lo que habrá que realizarlas por fases.
Asistencias al año, 28.000: El servicio de Urgencias barbanzano mantiene en los últimos años una media similar de pacientes atendidos.
Partida para ese año, 246.000 €: La Xunta reservó en los presupuestos de este año una pequeña parte del coste total de la actuación, que será de 1,6 millones de euros.
El conselleiro cifró la actuación en 1,6 millones y anunció que se licitará en las próximas semanas
El conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez, reconoció que con este proyecto se da respuesta a una demanda histórica del hospital barbanzano, en el que cada año se atienden unas 28.000 urgencias, y que precisamente por esta gran actividad no puede cerrarse mientras duren los trabajos, que se desarrollarán en cinco partes. El representante autonómico explicó que, en las próximas semanas, se sacará a licitación la obra, «e unha vez que se adxudique, haberá que analizar coa empresa como se realizarán as distintas fases do proxecto, para que a actuación poda facerse no menor tempo posible».
El presupuesto total de la actuación será de 1,6 millones de euros, de los que la Xunta consignó en sus presupuestos de este año 246.000 euros, que servirán para iniciar los trabajos.
Vázquez también quiso agradecer su colaboración tanto a la comunidad de montes de Oleiros como al Concello de Ribeira, «que acondicionou un vial para que se puidera realizar esta obra». Precisamente el regidor ribeirense, Manuel Ruiz Rivas, fue uno de los que acudió ayer al acto de presentación, junto con sus homólogos de Porto do Son, Boiro y A Pobra do Caramiñal.
También se contó con la asistencia del senador del PP José Luis Torres Colomer, así como del gerente del hospital de Barbanza, Salvador Mariño-Ageitos; de la responsable del área sanitaria de Santiago, Eloína Núñez, o del gerente del Sergas, Antonio Fernández-Campa, entre otros.