Las arenas movedizas de Barbanza

antón parada RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Las inclemencias del tiempo propias del invierno y la borrasca Félix han generado meandros en las playas y desplazado el terreno

14 mar 2018 . Actualizado a las 08:02 h.

La llegada del invierno y del mal tiempo suelen tener consecuencias importantes en la comarca barbanzana. Lluvia, tormentas o temporales -como la reciente borrasca Félix- acaban generando una transformación de los principales activos turísticos de la zona: las playas.

Algunos de estos arenales han modificado su estampa habitual para mostrar una bien distinta, que principalmente se corresponde con el desplazamiento del terreno y la creación de meandros por el desvío del curso de ríos que atraviesan estos entornos naturales.

En ese sentido, la ribeirense playa de O Castro, en Castiñeiras, es uno de los mejores ejemplos. Su cauce fluvial ha vuelto a ser alterado por la naturaleza por enésima vez, desviándose de la canalización artificial que lo dirige. No es el único caso que se ha registrado en la zona. En el arenal boirense de Barraña también suele pasar lo mismo, pero en menor medida. El apuntalado canal que dirige el río ha sido insuficiente para contener el agua, que ha comenzado a desbordarse en el tramo situado más cerca de la orilla.

A Pobra y Porto do Son

Uno de los mayores meandros que acostumbran a formar los desplazamientos de arena se localiza en Ribeira, concretamente en Coroso. Fruto del cambio de dirección del agua, se ha horadado tanto el terreno que se ha formado una suerte de cañón. Esta vez la acción del mal tiempo ha sido mayor, puesto que la distancia de la caída desde la pasarela de acceso hasta el suelo ha aumentado considerablemente. También en Santa Uxía, la arena de la playa de A Furna, en O Touro, ha quedado depositada sobre las aceras y la carretera.

En A Pobra hay varios casos que guardan cierta similitud con los registrados en los concellos boirense y ribeirense. En la playa de A Illa, conocida por su gran ocupación por parte de familias, el cauce fluvial también ha explorado nuevas siluetas, solo que en este punto no existe estructura alguna que lo conduzca. Ayer todavía eran visibles los distintos niveles que el curso del riachuelo ha provocado en la arena, en cuyos laterales se han formado pequeñas dunas.

Por último, en el arenal que se sitúa a la entrada de Porto do Son desde Ribeira, A Arnela, la fuerza de la marea ha rebajado considerablemente el volumen de la superficie arenosa. Esta situación ha derivado en que queden al descubierto grandes tramos plagados de piedras en la parte próxima al paseo marítimo.

Por otra parte, las consecuencias del temporal en Barbanza se han traducido a su vez en el arrastre de numerosos desperdicios, útiles náuticos, restos de algas y otro tipo de vegetación que han afectado a la mayor parte de las playas de la comarca.