Un refugio natural en Rianxo para observar las marcas del pasado

a. parada RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

El entorno de este punto arqueológico ha sido adecuado en los últimos años a través de actuaciones que volverán a repetirse

12 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La riqueza patrimonial del concello rianxeiro se extiende a lo largo de todas las parroquias, pero hay un punto de especial interés en la de Leiro, concretamente en el lugar de Brión, donde se halla un auténtico refugio natural que da cobijo a los petroglifos de Os Mouchos. Se trata de un espacio que en los últimos años ha registrado numerosas visitas -tanto de escolares o expertos como de visitas nocturnas- a razón de la serie de actuaciones que el Concello de Rianxo, a través de la Concellería de Patrimonio, ha impulsado para adecuar los accesos y también para restaurar estos gravados que habían sido objeto de la acción vandálica y que prácticamente quedaron ocultos bajo manchas de pintura.

En la actualidad, la entrada al terreno donde se encuentran los petroglifos cuenta con paneles indicativos y un pequeño mapa para llegar hasta las tres estaciones donde descansan estos antiquísimos dibujos pétreos. No obstante, las rocas que los albergan están separadas unas de las otras a cierta distancia. La primera parada se corresponde con la llamada segunda estación, que contiene lo que los expertos creen que podría tratarse de una escena de equitación o monta acrobática. Las representaciones se tratan de diversos cuadrúpedos incompletos, así como un óvalo abierto con varios puntos en su interior.

Motivos geométricos

Continuando hacia el norte, a unos 20 metros desde la segunda estación se alza la tercera piedra, un afloramiento de menores dimensiones sobre el que se hallan varios motivos geométricos, como dos grupos de círculos concéntricos superpuestos al gravado de otro cuadrúpedo. En el centro de la roca pueden apreciarse dos animales de mayores dimensiones que los anteriores y que se corresponden con un ciervo con gran cornamenta y un equino sin identificar.

Para llegar a la primera estación, la que se encuentra en mejor estado de conservación, es necesario regresar a la segunda y dirigirse al este hasta dar con una piedra en pendiente. Sobre ella se encuentra el petroglifo de otro gran ciervo, así como dos grupos de animales similares, algunos de ellos incompletos.

Para disfrutar de la joya de la corona de los más de 60 dibujos rupestres rianxeiros que se concentran en escasos kilómetros, los profesionales de la brigada de obras municipal realizan actuaciones de desbroce y limpieza periódicas, que volverán a repetirse antes de este verano, en cuanto se obtenga la necesaria autorización por parte de Patrimonio.