La Irmandade do Cristo da Misericordia renuncia a participar en la Semana Santa de Boiro

Ana Gerpe Varela
a. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

DANI GESTOSO

El distanciamiento con el párroco y el Arzobispado motivan la decisión

11 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La Irmandade do Cristo da Misericordia no participará en los actos de la Semana Santa de Boiro, una decisión adoptada de forma unánime por la asamblea de cofrades. En nombre del colectivo, el hermano mayor, Jesús Martínez Sexto, pide disculpas a los boirenses porque, indica, «son los principales perjudicados con este conflicto, pero las circunstancias nos obligan a echarnos a un lado».

El motivo de esta medida, explican desde la hermandad, se debe a que «tras los múltiples intentos de acercar posturas con el párroco de Santa Baia, Rogelio Freijo, y el Arzobispado de Santiago, incluso pidiendo disculpas públicas por los desafortunados procesos que dieron lugar al distanciamiento, no logramos ni su perdón ni su comprensión, aunque solo fuese para unificar las voluntades de los fieles con el objetivo de caminar juntos por el interés de la colectividad».

La cofradía asegura que, al contrario de lo que buscaba, en estos años solo ha encontrado piedras en el camino por parte de quien considera que debiera desempeñar un papel de guía y de unificador. Incluso, deduce que «se marcó como objetivo la disolución de la Irmandade do Cristo da Misericordia, solo él sabe con qué intención».

Dos procesiones

El colectivo recuerda que el desencuentro se evidenció el pasado año, cuando el Jueves Santo salieron dos procesiones porque fue imposible llegar a un acuerdo para celebrar un solo acto: la de la Virgen de la Soledad, auspiciada por el párroco, y la de la Virgen de la Amargura, por parte de la cofradía.

Para evitar que esta situación se repitiese, explica que las autoridades eclesiásticas instaron a celebrar solamente una procesión. La cofradía precisa que accedió, poniendo a disposición de la parroquia la indumentaria necesaria para que todos los participantes usasen las mismas vestimentas: «Pero nos encontramos con el rechazo de párroco». Por su parte, la cofradía se negó a formar parte de una procesión sin la uniformidad que distingue la Semana Santa de Boiro y que establecen sus estatutos.

Manifiestan que tras las peticiones de mediación del Arzobispado y tras varias reuniones, tanto con representantes de la institución como con su máximo responsable, Julián Barrio, «nos hemos encontrado con que la intervención se ha ceñido a un acoso estatutario con esta herman dad. Exigiendo el estricto cumplimiento del articulado de las normas de funcionamiento». La hermandad dice que se llegó «a exigencias que rozan el surrealismo y ajenas a dichas normas, sembrando dudas sobre el proceder de esta cofradía, que siempre se ha ceñido a los estatutos, y obviando la obligación que tienen todas las partes, incluida la Iglesia, en el correcto funcionamiento del colectivo».

Creen que estos años de desencuentros con el párroco solo han logrado que la Semana Santa de Boiro haya perdido el esplendor que había alcanzado, mientras en otros municipios «con sus curas al frente» recuperan cofradías y actos litúrgicos de la mano de hermandades recién creadas «y avanzan para hacer de la principal conmemoración del cristianismo un acto que enorgullece a la sociedad en general allí donde se celebra».