Ya en 1997 se puso sobre la mesa esta cuestión
25 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.A nadie se le escapa la gran riqueza que esconde la sierra barbanzana a nivel arqueológico, pero son muchos los que coinciden al señalar que falta un plan que haga viable su explotación turística, que pasa por la señalización de los recursos y el trazado de rutas que permitan acceder a ellos. Ya en 1997 se puso sobre la mesa esta cuestión. El ejecutivo de Boiro, capitaneado por Jesús Alonso, llegó a encargar un estudio a un equipo de especialistas para la creación de lo que se presentaba como un parque arqueológico. La idea era que los primeros pasos a dar consistieran en la catalogación de los yacimientos y la realización de un inventario.
En la franja de terreno que se extiende entre Runs y Balteiro hay una cantidad importante de restos de envergadura, entre los que se encuentran el Arca do Barbanza, la Casota do Páramo y la calzada romana.
El parque no se hizo realidad, pero en el 2012 se actuó en el área de influencia de una treintena de túmulos.