Las multas por conducir bajo los efectos de las drogas se disparan

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MATALOBOS

Carnota y Ribeira contarán en breve con un «drogotest», que ahora solo tiene Boiro

22 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Mejorar las condiciones de seguridad de los conductores y peatones es uno de los motivos que lleva a los agentes de las policías locales de la comarca a redoblar esfuerzos para localizar a aquellas personas que se suben a un vehículo tras haber ingerido algún tipo de sustancia que limita sus capacidades para ponerse al volante. Si hasta hace unos años las multas por circular con una tasa de alcoholemia superior a la permitida (0,25) se situaban a la cabeza de este tipo de infracciones, ahora las han superado las sanciones por haber consumido algún tipo de droga. Según los datos del año pasado, en Barbanza fueron denunciados más de 90 vecinos por conducir bajo los efectos de los estupefacientes -fundamentalmente cocaína, cannabis y anfetaminas-, mientras que las alcoholemias positivas rondaron los ochenta casos.

Sin embargo, la diferencia podría ser muchísimo mayor, puesto que, en estos momentos, solamente Boiro dispone del aparato para detectar el consumo de drogas -drogotest-, y las denuncias de este tipo formuladas durante el 2017 en este único municipio ascendieron a un total de 81, mientras que las sanciones por superar la tasa de alcohol se quedaron en la mitad, 42. A la vista de estos datos, otras comisarías han querido seguir su ejemplo, y en las próximas semanas también Ribeira y Carnota dispondrán de este dispositivo para saber si los conductores han ingerido algún tipo de droga antes de coger el coche.

Según reconocieron desde la Policía Local carnotana, «se estaban detectando muchísimos casos de personas a las que se les daba el alto y no daban positivo en alcohol, pero presentaban evidentes signos de haber consumido algún tipo de sustancia estupefaciente». Al no disponer de un aparato que demostrara esta circunstancia, los conductores continuaban su camino, «con el consiguiente peligro que supone para ellos mismos y para el resto de usuarios».

Además de disponer en las próximas semanas de un drogotest, los agentes de Carnota también tienen un etilómetro manual (prestado por Tráfico) con el que pueden realizar la prueba de alcoholemia, pero que no sirve para multar, una situación en la que también se encuentran los policías de Rianxo, que cuando detectan un positivo tienen que alertar a la Guardia Civil o a compañeros de Boiro para que certifiquen el resultado. De hecho, solo los destacamentos boirense, ribeirense y noiés disponen de un alcoholímetro homologado para poner denuncias, al que se une el que lleva el coche radar que la DGT cede semanalmente a cinco policías de la comarca.

En municipios como Outes y Muros la situación todavía es peor, puesto que no cuentan con ningún tipo de aparato para demostrar que un conductor circula tras haber consumido alcohol o drogas, por lo que, en caso de producirse un accidente, tienen que requerir la presencia de Tráfico para que realice las correspondientes pruebas.

Últimos casos

Durante la tarde del pasado martes la Policía Local de Boiro interceptó, en la avenida de A Constitución, a un joven que conducía tras haber consumido estupefacientes (THC).

Minutos más tarde denunciaba a un hombre que casi triplicaba la tasa del alcoholemia (en la prueba arrojó un resultado de 0,72), además de tener el carné retirado y no disponer de seguro obligatorio del vehículo.