El lago de Louro dibuja un surco de agua para llegar al mar

JOSÉ MANUEL SANDE MUROS / LA VOZ

BARBANZA

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Antiguamente, los vecinos hacían el aliviadero para evitar que sus fincas acabaran inundadas

21 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El lago de Louro ha abierto de nuevo un camino al mar para aliviar la masa de agua acumulada por el caudal del río Longarela y otros regatos, así como el agua salada que en los días precedentes, coincidiendo con fuertes mareas y temporal costero, entró en este singular paraje.

No fue precisa la intervención humana, como solía acontecer en el pasado, para que la masa acuosa almacenada en la laguna buscase un aliviadero en el declive que forma la zona de Xalfas con las dunas de la playa de Area Maior, para que el viernes se empezara a abrir un surco sobre la arena que diera salida al líquido estancado. Esta acción, conocida por los vecinos de Louro como «reventar o ingüeiro», se produce casi anualmente, y, en ocasiones, más de una vez al año. Es un hecho natural, aunque muchas veces los propios vecinos ayudaban a la naturaleza, cuando la superficie del agua anegaba los prados y fincas de labor colindantes.

El lago, también conocido como Xalfas, está entre el monte Louro y O Ancoradoiro, parajes protegidos por la Rede Natura y calificados de especial interés medioambiental. También es un lugar de observación ornitológica y enclave elegido por varias aves migratorias para invernar y procrear. Se ubica entre tierras tradicionalmente cultivadas de la parroquia de Louro y el extenso arenal de Area Maior.

A él vierten sus aguas el río Longarela y otros pequeños riachuelos, que mantienen una masa acuosa permanente, aunque en el estío el nivel merma considerablemente, haciendo aflorar zonas de juncales en torno a la balsa de agua.

Filtraciones insuficientes

Durante las época invernal, el nivel aumenta en el lago, haciéndose insuficientes las filtraciones del líquido elemento a través de las arenas de la playa. También el mar suele penetrar a la laguna en circunstancias especiales, sobre todo, al coincidir grandes mareas con épocas de fuertes temporales marinos, hecho muy recordado en leyendas, cuentos e historietas locales, con lo cual es inevitable que se recurra a aliviar de agua del lago abriendo un canal sobre la arena, o sea la propia naturaleza la que solucione el exceso de caudal, tal y como aconteció el pasado viernes en Louro, produciendo un maravilloso y singular espectáculo.

Abrir un canal, el «ingüeiro», como se dice en la zona, o «abrir o lago», como le llaman en Valdoviño, es lo que se hace cada vez que se vierte agua sobre la playa de A Frouxeira. Estas son tradiciones locales habituales, que también eran aprovechadas por los lugareños para capturar las especies piscícolas que abundaban en estas lagunas litorales..