El Boiro tuvo su entierro en Barraña

Francisco Brea
Fran Brea RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Los boirenses se despidieron del sueño de estar en la promoción tras caer contra un Somozas que se mostró muy superior sobre el terreno de juego

19 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El carnaval dio ayer sus últimos coletazos en la comarca, y el Boiro se sumó a los festejos aportando su propio entierro. Pero en Barraña las caras no fueron de alegría y diversión. Al contrario, los rostros mostraban enfado, tristeza y resignación. Los boirenses no podían fallar ante el Somozas si no querían ver como el tren de la promoción partía dejándolos en la estación, pero perdieron y ahora todo hace indicar que están condenados a vagar por tierra de nadie hasta que acabe la liga.

La jornada que sentenció a los barbanzanos comenzó bien, para luego truncarse en drama. Los futbolistas dirigidos por Javier Falagán saltaron al césped enchufados. Parecía que sabían que se jugaban algo más que tres puntos. Así, ya antes de que se cumpliera el minuto uno Cano probó fortuna con un tiro lejano que se perdió por la línea de fondo. Los visitantes también querían el triunfo, y lo demostraron poco después con una internada en el área de Gerardo que acabó con un disparo blando que atrapó Juan de Castro en dos tiempos.

Los locales inauguraron pronto el marcador, cuando Alberto Liñán conectó con Pillado en el medio del campo y este abrió el juego a la banda izquierda, donde estaba Herbert que tras recibir el cuero buscó la línea de fondo. El diez del Boiro puso un centro que remató el propio Pillado, aunque Javi Seral evitó el tanto. Lo que no pudo hacer el guardameta fue quedarse con el balón, y el rechace lo aprovechó Cano para mandarlo al fondo de las mallas.

Parecía que la tarde podía acabar bien en Barraña, aunque pronto comenzaron los preparativos del funeral. Fajardo no estuvo contundente a la hora de despejar un cuero que Monroy le acabó birlando. El atacante del Somozas buscó a Salva Rivas que disparó mal, pero lo que se suponía que sería un error se convirtió en una asistencia a Jacobo que, solo en el área, puso las tablas en el luminoso.

El principio del fin

Con el empate, los fantasmas volvieron a sobrevolar el campo boirense. Pudo disiparlos Cano, cuando Herbert le dio un gran pase que lo dejó solo ante Javi Seral. No estuvo acertado el delantero, que intentó sin éxito colarle la pelota por debajo de las piernas al guardameta. Desde ese momento, el Boiro dejó de generar verdadera sensación de peligro y el Somozas comenzó a sentirse más cómodo.

En el tramo final de la primera parte, los visitantes consumaron la remontada. Monroy puso un centro que Borja intentó despejar. Lo hizo mal, metiendo el pie y dejando el balón en el corazón del área. Allí estaba Óscar, que no dudó en aprovechar el regalo para poner a su equipo por delante en el marcador.

Durante el descanso calentó intensamente Remeseiro, que entró en el terreno de juego en sustitución de Alberto Liñán. El público esperaba que el coruñés fuera el revulsivo que le hacía falta al Boiro, pero no fue así. Salvo un disparo lejano que se marchó desviado, poco pudo aportar el atacante. En un ambiente extraño, daba la sensación que estaba más cerca el tercer gol del Somozas que el segundo de los locales. Y así fue. Gerardo finalizó una contra que nació en un saque de esquina favorable a los barbanzanos y sentenció el encuentro.

Como un boxeador a punto de besar la lona, los futbolistas boirenses fueron incapaces de reaccionar al golpe. Para colmo, Monroy les dio el toque de gracia al explotar su velocidad, pisar el área y batir a Juan de Castro.

El sentir al finalizar el duelo era que el Boiro se despidió definitivamente de la promoción. Visto lo visto, igual compensa trabajar pensando en el futuro y dejar de buscar parches para intentar lograr resultados de forma inmediata. No suele salir bien.

Javier Falagán: «Hemos trabajado con honestidad»

Contrariado y tocado acabó el encuentro contra el Somozas el técnico del Boiro, Javier Falagán, que no consigue dar con la tecla que haga cambiar la dinámica negativa del equipo. Llegó al club en un momento complicado, después de una tormenta interna y con el conjunto en una posición de la tabla que no era la ideal para pelear por estar en la fase de promoción. Así, ahora asegura que «hemos trabajado con honestidad y es evidente que las cosas no han ido bien. Intentamos darle un cambio al equipo, pero no lo conseguimos». En relación al partido, Falagán destacó que «entramos bien», pero lamentó los errores defensivos que provocaron los goles de su rival. Precisamente, los fallos han condicionado mucho los resultados del Boiro en las últimas jornadas. El técnico recordó que también fueron determinantes frente al Compostela y el Bergantiños.