Las curvas que se quedaron olvidadas con los nuevos trazados

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Los tramos inutilizados se han convertido en lugares para depositar troncos, en vertederos incontrolados o en áreas de descanso

17 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Mejorar la red viaria para intentar reducir el número de accidentes e incrementar la seguridad de los conductores ha permitido que numerosas carreteras de la comarca hayan dicho adiós a curvas indeseables que, años después, siguen decorando las márgenes de estas calzadas sin prestar otro servicio. La falta de mantenimiento ha provocado que muchos de estos tramos inutilizados se hayan visto invadidos por la maleza, y que incluso algunos se hayan convertidos en vertederos incontrolados.

La carretera DP-1105, que une Boiro con Noia, se hizo famosa por sus innumerables curvas, más propias de un rali que de un vial que comunica dos municipios tan importantes de la comarca. Después de muchos años de denuncias por la multitud de accidentes que tuvieron como escenario esta calzada, la Diputación acometía la mejora del trazado, recortando varias de aquellas eses viarias. Casi veinte años después, estas curvas permanecen olvidadas, aunque algunas se han convertido últimamente en el lugar más apropiado para amontonar los troncos de las talas que se realizan en las fincas próximas.

Otros de estos tramos sirven como improvisadas áreas de descanso, con medianera vegetal incluida, otros son viales de acceso a varias viviendas -que antes quedaban al pie de la carretera provincial-, y la mayoría no tienen otra utilidad más que acumular basura.

También existen más calzadas en la comarca que pueden presumir de seguir conservando estas curvas olvidadas, como la que se encuentra al lado del polígono industrial de A Tomada, en A Pobra, a la de la entrada de Esteiro o en Lousame. Todas ellas tienen un elemento común: solo sirven para amontonar maleza, troncos e incluso escombros.

Antiguos accesos

Otro ejemplo de tramos inutilizados está en los accesos a la antigua vía rápida de Barbanza, tanto en la zona pobrense -la más próxima al parque empresarial- como en Rianxo. Dichos enlaces llevan más de una década sin un uso oficial, aunque son muchos los conductores que los emplean como estacionamiento.

Tanto desde la Diputación como desde la Consellería de Infraestruturas, titulares de estas carreteras, explicaron que, en la mayoría de los casos lo que se hace con estos viales es ceder los terrenos a los respectivos concellos. Sin embargo, también afirmaron que a veces no se opta por esta medida por el escaso interés de la curva, ya que puede que no dé acceso a ningún núcleo ni tenga mayor utilidad.

Asimismo, desde el gobierno provincial recordaron que cada año se invierten dos millones de euros en el plan de desbroce de las márgenes viarias, pero reconocieron que, «a veces, quedan esas zonas abandonadas».