Paradas de bus que han salido mal paradas

A. Lorenzo / Sande / Alvite RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

La mayoría de las estructuras están muy deterioradas por el paso del tiempo y por los numerosos destrozos sufridos

16 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La comarca dispone de un sinfín de modelos de marquesinas para esperar la llegada del bus, pero la mayoría de ellas tienen un elemento en común: el paso del tiempo, la falta de mantenimiento y la acción de los vándalos han provocado que presenten un estado lamentable. Las que se sitúan en primera posición de este ránking son las instaladas por la Diputación, y que se caracterizan por su color verde con el que se diseñaron modelos de todo tipo.

De hecho, aún es posible toparse con ejemplares antiquísimos fabricados en metal y que ya nadie utiliza, básicamente porque ya no disponen de asientos, y porque los buses ya ni siquiera paran a su lado. También los hay de plástico, con formas redondeadas, otros a los que se les hizo una pequeña cubierta similar a un tejado, y los más modernas que mezclan metal y cristal. Desde el gobierno provincial explicaron que este año no hay prevista ninguna partida para mejorar estas estructuras, aunque reconocen que a muchas les haría falta, porque la última actuación destinada a este fin fue en el 2010. Sin embargo, recuerdan que «concellos como Neda o Miño han utilizado el Plan Único para renovar marquesinas».

Ejemplos en condiciones

Pero no todo son paradas en mal estado, ya que hay varios municipios que disponen de ejemplos más que aceptables. Porto do Son y Rianxo se han preocupado por instalar estructuras nuevas y de piedra, que suelen resistir mejor el ataque de los vándalos. Además, en el caso de Rianxo -y que también pasa en Mazaricos- estas instalaciones se utilizan como tablones de anuncios e incluso para colgar esquelas.

Caso aparte merece Noia, donde se han preocupado por resguardar convenientemente a los usuarios de las marquesinas, colocándolas al revés y evitando así que entre la lluvia.