La presión de los ingresos obliga a reorganizar en Santiago la atención hospitalaria

j. gómez SANTIAGO / LA VOZ

BARBANZA

En el complejo de Conxo se ampliaron de 70 a 93 las camas disponibles

13 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La presión del elevado número de pacientes que exigieron ingresar en las últimas semanas en el CHUS forzó al Sergas a acelerar la reorganización de camas y de unidades asistenciales. Así, el área de Medicina Interna se ha ampliado hasta las 93 camas en el hospital médico-quirúrgico de Conxo. Hasta ahora solo tenía 70, que resultaban insuficientes para atender la demanda de pacientes crónicos y pluripatológicos, la mayoría de los cuales tienen una edad avanzada. De hecho, muchos de ellos alcanzan lo 83 años, aunque también los hay que rondan los 60 y otros que superan el siglo de vida.

A pesar de este incremento, el espacio se quedaba ayer escaso. «Entre el hospital de Conxo, el Gil Casares, el Clínico y el de Barbanza tenían este lunes [por ayer] 303 pacientes de medicina interna ingresados. De esta cifra, un total de 107 están en el centro de Conxo», afirma Antonio Pose, jefe de Medicina Interna y responsable de la Unidade Pluripatolóxica de Idade Avanzada (UPIA). Es decir, que según estos cálculos, había 14 pacientes a mayores de las 93 camas disponibles.

Gran parte de estos ingresos son enfermos que sufren descompensaciones, «sobre todo de problemas respiratorios y cardíacos, y también hay bastantes casos de anemia», agrega. Pose indica que se tiende a concentrar a los pacientes crónicos que precisan permanecer más tiempo ingresados en Conxo, aunque se pretende que la estancia media se sitúe entre los siete y los diez días, y no se prolongue durante más tiempo.

Media diaria

La reorganización de recursos se aceleró la semana pasada, tras la importante presión de los ingresos registrada desde las ocho de la mañana del día 5 y hasta esa misma hora del 9 de febrero. En esas 96 horas el CHUS precisó dar entrada a 569 personas, según los datos oficiales de la gerencia sanitaria, que cifra en 142 la media diaria.

La gran demanda de estos días obligó a abrir dos espacios de forma provisional, uno en el Clínico y otro en el Gil Casares, en los que un importante número de pacientes pudieron esperar antes de ingresar en una cama y así agilizar el trabajo en urgencias.