La presencia de radón en el exterior de los edificios es baja, pero este se acumula dentro de espacios interiores como las viviendas o los lugares de trabajo, que impiden su liberación a la atmósfera. Cuando se inhala el radón, este se descompone y produce partículas alfa radiactivas que impactan en los pulmones. Lo explican claramente los expertos del Laboratorio de Radón de Galicia y sus estudios demuestran que la comarca de Barbanza está afectada por el gas y que los concellos de Muros, Ribeira y Noia son los más expuestos a altas dosis.
Examinando los datos de las mediciones realizadas en los once concellos de la zona se puede afirmar que las concentraciones de este elemento varían y que, mientras que en la capital barbanzana el 13,3 % de las viviendas estarían afectadas, la cifra se reduce al 5,9 % en A Pobra do Caramiñal, y asciende en Muros y Noia hasta el 23,1 % y el 18,8 %, respectivamente. En este último municipio es donde se han llevado a cabo más controles.