«As científicas teñen que dar un golpe na mesa para facerse oír»

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Con motivo del día de la mujer en la ciencia, las barbanzanas reivindican su papel y el de sus antecesoras

12 feb 2018 . Actualizado a las 07:41 h.

Si a cualquiera le preguntan por los grandes nombres de mujer en la ciencia a lo largo de la historia, la mayoría, con suerte, acertarán a citar a Marie Curie. Fin de la lista. En realidad, son muchas más, pero el científico sigue considerándose un campo eminentemente masculino, un estereotipo contra el que continúan luchando las investigadoras de hoy en día, que, con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se conmemoró ayer, reivindican su papel y el de sus antecesoras.

En Barbanza hay muchos ejemplos de jóvenes que trabajan, y sobresalen, en diferentes ámbitos científicos y que están decididas a poner su grano de arena para seguir despertando vocaciones. De hecho, ese es el objetivo con el que en el 2015 las Naciones Unidas proclamaron el 11 de febrero como el día llamado a lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas. Y aunque no ha vivido la discriminación por este motivo en carne propia, María Calvo, que trabaja con niños en talleres de divulgación, está convencida de la necesidad de esta conmemoración: «Hai determinados ámbitos nos que as mulleres estamos en segundo plano, e o científico é un deles. Unha elevada porcentaxe dos cativos que queren dedicarse á ciencia son nenos, e nos equipos de investigación os postos de mando seguen a estar ocupados por homes».

En los talleres que lleva a cabo intentan romper con los estereotipos de género, y parece que lo están consiguiendo: «Na nosa empresa hai homes e mulleres e ensinámoslles aos rapaces que facemos exactamente as mesmas cousas».

Algo adquirido

Isabel Rebollido es una astrofísica de Boiro que la semana pasada visitó varios colegios dando charlas, y esa experiencia le ha permitido reafirmarse en que la percepción machista de la ciencia es algo adquirido: «Vai coa idade. Os nenos máis pequenos non o teñen asumido e non entendían por que as astrónomas das que eu lles falaba estaban minusvaloradas e os seus descubrimentos, relegados. Aos rapaces de 15 anos, en cambio, xa non lles resulta estraño que iso pase».

Rebollido asegura que ha tenido mucha suerte y que nunca ha sido discriminada por ser mujer, pero reconoce que existe: «Véxoo moi directamente cando vou a algún congreso e si hai unha falta de respecto grande cara as mulleres, incluso cara profesionais moi consolidadas. Parece que as científicas teñen que dar un golpe na mesa para facerse oír».

Otra barbanzana que ha ligado su carrera profesional a la ciencia con notable éxito es Laura Lampón, técnica de laboratorio que, de pasada, alude a otra cuestión que afecta a la igualdad: «Nunca vivín discriminación, como non sexa en canto aos soldos...». Explica que el camino para llegar a donde está ha sido difícil, pero es un ejemplo de que una vocación fuerte puede con todo: «Sempre tiven claro o que quería, non fixo falta que ninguén me animara».