El Boiro recuperó la fe y su juego a costa del Cultural Areas

A. parada RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Los de Barraña disputaron un choque que dominaron desde el inicio, pero que no lograron atar hasta el final

12 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No era ningún secreto que existían ciertas dudas de que la situación que arrastraba el Boiro podía seguir truncando el juego en el campo, después de tres derrotas consecutivas. Pero si en algo son expertos los hombres de Javier Falagán es en hacer méritos para llevarse el título de ave fénix. Y es que ayer los barbanzanos hicieron borrón y cuenta nueva para mostrar su mejor cara en casa del Cultural Areas y demostrar que el trabajo invertido en los entrenamientos está engrasando la maquinaria.

Se trató de un encuentro que los de Barraña dominaron prácticamente desde el inicio, pero en el que no se verían los goles hasta los últimos compases. El Boiro salía al campo de A Lomba con las ganas y decisión necesarias para dejar entrever jugadas de calidad, como una bella triangulación en el minuto 26, que se tradujo en dos disparos peligrosos que obligaron al cancerbero rival realizar dos paradones.

Los de Falagán se sentían cómodos en tierra enemiga, desplegando fluidez en el juego y poniendo contra las cuerdas a los pontevedreses, que no tardaron en verse forzados al juego de contacto. Fue a la media hora del partido cuando la afición boirista reclamó una mano del Cultura al borde del área, que el colegiado no entendió así. Llegados a este tramo, en A Lomba primaba el juego en la mitad del campo, pero con diferencias tácticas, ya que si el Areas tenía peligro a balón parado, el Boiro intimidaba fabricando jugadas de toque.

Golazo de Cano

El inicio de la segunda parte se preveía caliente por unos locales que entendían que el partido se les estaba escapando. Solo un minuto después de la vuelta de vestuarios, el Cultural avisaba con un tiro endemoniado desde el borde del área, que De Castro devolvió gustosamente al infierno. Y nuevo saque y ataque peligroso de los de Jose Manuel Pino que tampoco llegó a buen puerto.

En el 49 fue Pillado el que sorprendió colándose entre las filas rivales para poner un centro raso que no llegó a Igor por nada. No obstante, tras la entrada de Cano en el 60, el Boiro consolidó su dominio e invocó al gol, plegaria con la que Pillado abrió la lata en el 79 y de paso hizo rugir a las Krusadas. Mas los de Falagán tenían una deuda con el marcador que Cano resarció sentando al portero y al central para marcar andando en el descuento.