El Boiro sigue sin encontrar el rumbo

Francisco Brea
Fran Brea RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Los compostelanos evidenciaron las carencias de los barbanzanos, que están lejos de alcanzar su mejor versión para competir con los equipos punteros

05 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hasta que las matemáticas digan lo contrario, el Boiro seguirá luchando por acabar la liga en los puestos que dan derecho a jugar la promoción. Pero lo tiene muy complicado. No solo porque la diferencia con el cuarto -el Racing Vilalbés- es ya de nueve puntos, sino también por la sensación que transmite un equipo que sigue sin encontrar el rumbo. El Bergantiños tomó Barraña hace un par de semanas sin muchas dificultades y, ayer, el Compostela solo tuvo que aprovechar los errores de los barbanzanos para encarrilar la victoria.

Pronto se le torcieron los planes a los boirenses. En el minuto cuatro, Javi Otero hizo una mala cesión a la zona defensiva y apareció Primo, que fue más listo, para agenciarse el balón y encarar a Juan de Castro, que debutaba entre los palos. El atacante compostelano recortó al guardameta y envió el cuero al fondo de la portería. Como un jarro de agua fría cayó el gol en la grada de Barraña, salvo para la afición de los de Santiago. Los numerosos seguidores del Compos no pararon de cantar ni un solo momento del encuentro.

No aprendió la lección el Boiro. Poco después del tanto, fue Rubio quien no estuvo preciso y, otra vez, Primo sacó provecho, aunque esta vez su disparo se marchó desviado. Los boirenses no eran capaces de reaccionar. Intentaban tocar la pelota y no generaban peligro. Por su parte, los visitantes daban espacio al rival esperando el momento para volver a morder.

Un chut de Tomás, que se vio con espacio en la frontal del área, no inquietó a Juan cuando corría el minuto 13, y dio paso a una parte del partido en el que ningún equipo lograba pisar área rival. Hubo que esperar hasta el tramo final del primer acto para ver algo de acción. Alberto Liñán, una de las caras nuevas del Boiro, cabeceó fuera un buen centro desde la banda derecha de Rubio.

Durante el descanso, entre el público no había mucho optimismo. La remontada se antojaba complicada tras lo visto durante los primeros 45 minutos.

La estocada

Y el temor de la grada se convirtió en realidad a la vuelta de los vestuarios. Las esperanzas se desvanecieron a los 120 segundos. Ese fue el tiempo que tardó Santi en plantarse en el área, tras recibir un pase de Primo, dejar en el suelo a Juan de Castro y rematar a gol ante la indolencia de la zaga barbanzana.

El 0-2 sí que hizo despertar a los futbolistas dirigidos por un Javier Falagán que se desesperaba en el banquillo. Primero fue Caridad el que cabeceó a las manos de Lucas un balón llegado desde el córner. Poco después, Miki dispuso de la ocasión más clara. Haciendo gala de su velocidad, el extremo se plantó en el área sorteando a varios rivales. Incluso llegó a superar al cancerbero compostelano, pero Saro reaccionó a tiempo para despejar el esférico por la línea de fondo.

Cuando mejor estaba jugando el Boiro, llegó la acción polémica del encuentro. Remeseiro cayó en el área y el colegiado interpretó que había simulado. Como consecuencia, le sacó la correspondiente tarjeta amarilla. En este caso, era la segunda que sumaba, por lo que el futbolista se marchó al vestuario y su equipo se quedó con un hombre menos sobre el terreno de juego. Así, la misión ya parecía del todo imposible.

Para colmo, diez minutos después Álex Ares, Róber y Primo dibujaron una triangulación vertiginosa y el cántabro firmó el tercer gol del Compos y el segundo en su cuenta particular. Con el 0-3 campeando en el electrónico, varios aficionados decidieron abandonar el campo de Barraña. No vieron estos el tanto de Cano desde el punto de penalti, después de que el árbitro señalara mano de Tomás.