Teresa Curiel: «Ahora el tratamiento de un cáncer es casi como una partida de ajedrez»

JOEL GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

BARBANZA

PACO RODRÍGUEZ

«El éxito es curar, que sobrevivan más pacientes y en mejores condiciones», sostiene

02 feb 2018 . Actualizado a las 05:05 h.

La mayoría de los seguros privados de salud contemplan la oncología en su cartera de servicios. Para atender esa demanda, la especialista Teresa Curiel se ha incorporado a los hospitales del grupo HM en Santiago: «Dejé el mejor servicio de oncología público de Galicia, en el CHUS, para montar otro que sea también de referencia privada, el HM La Esperanza. Mi trabajo es el mismo: dar las mejores opciones terapéuticas a pacientes», explica.

-¿Qué oferta asistencial tendrán?

-Aquí se tratan ya tumores con cirugía, se aplican quimioterapia e inmunoterapia y tratamientos biológicos, y está planteado desarrollar la radioterapia el próximo año. La idea es crecer en volumen de pacientes y ofrecer la posibilidad de participar en ensayos clínicos. HM es un grupo muy potente en investigación, con muchos ensayos clínicos abiertos que suponen oportunidades para acceder a los fármacos más innovadores. Además, esta unidad evitará a muchas personas con seguros privados tener que tratarse fuera de Santiago, como ocurre ahora.

-¿Qué le dice a una persona a la que le diagnostican un cáncer?

-Que más del 50 % de los pacientes se curan y las posibilidades de curar son cada vez más altas. Hay más estrategias terapéuticas y con mejores resultados. Y la tecnología avanza rápido, con oportunidades como la biopsia líquida, que favorecen tratamientos más personalizados y hacer un planteamiento mucho más optimista que hace una década.

-¿Qué avance destaca más?

-Ser capaces de hacer más diagnósticos diferentes. Por ejemplo, lo que ahora llamamos cáncer de mama. Hace años parecían todos los casos iguales y, según avancemos, habrá tantos tumores de mama como pacientes, y tendremos tratamientos con una precisión tan alta que no van a tener que ver con lo que se conoce hoy.

-¿Son tan diferentes los tumores?

-Aprendimos que son muy heterogéneos, muy dinámicos, cambian mucho con el tiempo en un mismo paciente. Las nuevas tecnologías permitirán tratamientos muy diferentes a lo largo de la enfermedad en cada persona. Eso lo veo revolucionario.

-¿Cambia mucho un cáncer en su evolución en el tiempo?

-Los tumores aprenden a defenderse de los medicamentos. Gracias a desarrollos tecnológicos estamos descubriendo cómo los evaden y cómo podemos identificar eso de forma precoz para aplicar terapias eficaces, o cambiarlas en función de cómo se defienden. Por eso, ahora el tratamiento de un cáncer es casi como una partida de ajedrez.

-¿Se diagnostican a tiempo?

-Depende del tumor. El de mama, gracias a la campaña de cribado y de diagnóstico precoz, se detecta en fases más iniciales. Otros, como el de páncreas, se ven más avanzados. Se tiende al diagnóstico cada vez más precoz.

-¿Qué es el éxito en oncología?

-Depende de las expectativas. Éxito es curar a un paciente, es el objetivo. Y cuando no se puede, que sobrevivan más enfermos y en las mejores condiciones. Hay casos que hace unos años se morían antes de los seis meses y ahora viven dos, tres, cuatro años. Eso es también un éxito. Aún hay tumores con un comportamiento muy agresivo o para los que los tratamientos necesitaban un tiempo para actuar y el tumor iba más rápido, pero eso está cambiando y ya disponemos de fármacos que consiguen una respuesta rápida también, con una mejoría en días. Desde el 2010 el avance es espectacular.

-¿Cuál considera el mayor reto?

-La prevención, porque un 30-40 % de los tumores se pueden prevenir con hábitos saludables de alimentación, evitar la obesidad o hacer ejercicio, una parte pequeña se deben a factores genéticos, y el resto es azar.

En la sanidad pública. Teresa Curiel es oncóloga. Ejerció dos décadas en el CHUS y como investigadora del grupo Oncomet.

Proyecto privado. En enero se incorporó, en exclusividad, al grupo HM para organizar un servicio de oncología privado en sus hospitales de Santiago.