Patrimonio pisa el freno en la comarca

a. lorenzo / m. gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

El departamento autonómico acaba de poner varias objeciones a la rehabilitación del pazo de Goiáns, pegas que también afectaron al proyecto del Museo do Mar noiés

31 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Rehabilitar edificios históricos para darles una nueva vida es uno de los objetivos que persiguen varios concellos de la comarca, que invierten mucho tiempo y dinero en sacar adelante estos proyectos. Sin embargo, cuando todo parece que comienza a arrancar, se recibe una notificación de la Dirección Xeral de Patrimonio en la que presenta un sinfín de objeciones, lo que provoca que la actuación se demore durante meses, cuando no son años. La última propuesta en no superar favorablemente el examen del organismo autonómico ha sido la recuperación del pazo de Goiáns de Boiro, a la que se hace una serie de matizaciones.

La primera, que la propuesta presentada por el Ayuntamiento es básica «e para poder ser autorizada a intervención debe remitirse un proxecto de execución completo que defina as obras polo miúdo». En dicho documento, también se deberán de tener en cuenta varias recomendaciones, como completar el estudio histórico según establece la normativa, «e en particular respecto da afección da instalación do ascensor a posibles pavimentos históricos». Además, se aconseja conservar en la medida de lo posible los elementos originales de la edificación, sobre todo, los suelos de granito, los escudos y la puerta principal que actualmente está tapiada.

Patrimonio también solicita que se justifique, «ou no seu caso se reconsidere», el material y diseño propuesto para las chimeneas y barandillas en la escalera de la torre, esta última considerado bien de interés cultural. Por último, el documento acaba recordando que, una vez que se inicien las obras, estas deberán contar con una supervisión arqueológica, por lo que se solicita que se remita y tramite el correspondiente proyecto de control y seguimiento.

A la vista del informe, el alcalde boirense, Juan José Dieste, explicó que ya se han puesto manos a la obra para incluir todas estas especificidades a la propuesta de reforma, «á que previamente xa tivemos que engadir un proxecto de baleirado, para retirar a cuberta e todo o que caeu dentro». El regidor también destacó que el estudio histórico que se solicita pretende determinar si el inmueble es o no una fortaleza, aunque los expertos consultados por el gobierno local boirense consideran que no pertenece a este tipo de construcciones.

Con todo, Dieste confía en solventar todos estos escollos lo antes posible para comenzar cuanto antes las obras.

Varios casos en Noia

El dictamen de Patrimonio es especialmente importante en núcleos catalogados como el casco histórico de Noia, de ahí que cada piedra que se quiera mover del sitio requiera del visto bueno del organismo autonómico, algo que no siempre es fácil de conseguir. Un ejemplo reciente es el de la reforma de la fachada marítima. Costas preveía instalar una plataforma de hormigón paralela al malecón de Gasset, pero en Cultura consideraron que la actuación era demasiado agresiva, así que hubo que buscar una solución de consenso que aún no tiene la aprobación definitiva. Si todo va según lo previsto, se anclará al pretil una estructura de madera para el tránsito peatonal.

Con Patrimonio también topó el proyecto del Museo do Mar de Noia. Se sabía que en las parcelas que ocupará el nuevo edificio podría haber restos de la traza de la muralla medieval, pero aparecieron más estructuras de las esperadas y eso obligó a realizar una serie de ajustes para garantizar su conservación y lograr que la obra pasase el filtro.

Y los trabajos que ya se están ejecutando para rehabilitar el antiguo edificio del Casino son un claro ejemplo de que la conservación del patrimonio no siempre concuerda con las necesidades reales. Al tratarse de un inmueble catalogado, la obra de restauración debía conservar la estructura interior, pero esto no será posible porque vigas, pisos y escaleras son de madera y su grado de deterioro impide garantizar la seguridad.