Uno de cada cinco avisos que reciben los bomberos son falsas alarmas

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MATALOBOS

Accidentes de circulación e incendios son las actuaciones más frecuentes

27 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Olores a plástico quemado y columnas de humo negro son las principales evidencias que llevan a cualquier barbanzano a echar mano del teléfono para pedir ayuda a los bomberos. Sin embargo, en muchas ocasiones, el olfato y la vista pueden fallar, máxima que queda demostrada en los partes diarios de los parques de Boiro y Ribeira, en los que se constata que una de cada cinco alertas son, en realidad, falsas alarmas.

En total, durante el año 2017, los profesionales de ambas localidades tuvieron que realizar unas 700 actuaciones. De ellas, en 150 ocasiones dieron marcha atrás para regresar a sus respectivas instalaciones. En la mayor parte de los casos, son vecinos de bloques de edificios que, al entrar en su vivienda, perciben un fuerte olor a humo. También abundan las llamadas por quemas controladas en fincas de particulares. Por último, accidentes que no revisten gravedad o pequeñas manchas de gasoil en la carretera también motivan que las falsas alarmas crezcan cada año.

En estas cuentas, facilitadas por el Consorcio Provincial Contraincendios e Salvamento da Coruña, también se incluyen las salidas anuladas. Estas se definen de las siguiente manera: en ciertas ocasiones, aunque sí se haya registrado un incidente, como puede ser un incendio o un accidente viario, los bomberos tienen que dar marcha atrás en mitad del camino ya que, otros cuerpos, como pueden ser Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil o grupos de emergencias municipales, ya se han hecho cargo de la situación.

Las cifras

A pesar de que, en porcentaje, las salidas en falso son numerosas, los principales trabajos de los bomberos de Boiro y Ribeira se concentran en dos vertientes: accidentes de tráfico e incendios. Por ejemplo, solo los profesionales ubicados en el polígono de Espiñeira acudieron a 71 incidentes viarios. El más grave, uno que se registró en Asados, cuando dos personas fallecieron después de que su vehículo ardiese.

En lo referente a incendios, que incluyen tanto los de naves, vehículos, contenedores de basura o casas, entre Ribeira y Boiro se pueden superar con creces las 120 intervenciones. El que más polvareda levantó fue el de una nave de productos chinos, ubicada en Xarás, que quedó calcinada después de que las llamas devorasen parte del almacén.

Entre las responsabilidades a las que también tienen que hacer frente los bomberos se encuentran las fugas de gas, limpieza de carreteras, retiradas de árboles (que se incrementan considerablemente durante el invierno) y rescate de animales y personas. Sobre esto último, tanto los bomberos de Ribeira como los de Boiro tuvieron que acudir en varias ocasiones a las piscinas naturales del río Pedras. Varios turistas que acudieron al entorno, al que se recomienda acudir con calzado de montaña para no resbalar en las piedras, se cayeron y fueron incapaces de bajar por su propio pie.

Cada año pueden superarse las 100 intervenciones en fuegos que afectan a casas y naves