Moisés Rodríguez: «Restauramos el ritmo cardíaco a más del 80 % de pacientes con arritmias»

JOEL GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

BARBANZA

PACO RODRÍGUEZ

Destaca la experiencia del CHUS en el tratamiento y la investigación de esta dolencia

20 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La mayoría de las personas que padecen fibrilación auricular, la arritmia cardíaca más frecuente en la población, notan «un ritmo cardíaco irregular y muy rápido, un pulso caótico. La peor consecuencia es que aumenta el riesgo de que se formen trombos en la aurícula izquierda y que, a través de la circulación general, provoquen un ictus. De hecho, es una causa frecuente de ictus», afirma Moisés Rodríguez Mañero. Este cardiólogo se ha especializado en tratar este mal del corazón, tras mejorar su formación en la parte clínica en Bélgica, y en investigación en Estados Unidos. Participa como ponente en un simposio organizado por el CHUS, en el que 150 especialistas valoran cómo tratar mejor esta dolencia.

Moisés explica que las complicaciones de la fibrilación auricular aumentan con la edad: «En Santiago tratamos pacientes bastante mayores. En un estudio que realizamos en el 2015 identificamos casi 9.000 casos en el área sanitaria. La prevalencia depende de la edad, a los 80 años es más superior que entre quienes tienen 40 años. Este mal deteriora mucho la condición física de quien lo sufre. Hay pacientes que notan menos la arritmia y no tenemos aún claro el mecanismo por el que unas personas la notan mucho y otras no tanto», sostiene, al mismo tiempo que reconoce que afecta casi por igual a varones y a mujeres.

Para la buena asistencia de la fibrilación auricular es fundamental mejorar los hábitos de vida, con control del sobrepeso, hipertensión, diabetes y otros factores, que influyen en la arritmia. El segundo pilar en importancia es usar fármacos que son capaces de revertir la arritmia al ritmo normal, o que son anticoagulantes, para evitar la formación de trombos. «La tercera línea serían los tratamientos invasivos, entre los que es muy relevante la ablación con catéter; aunque en Santiago también hacemos implantes de dispositivos como marcapasos, resincronizadores, desfibriladores y otros», indica.

Procedimientos

La ablación es un procedimiento que suele durar entre 2 y 4 horas y donde se usan catéteres de mapeo para la reconstrucción tridimensional de la aurícula izquierda y para seleccionar las áreas que se van a cauterizar. «Se utilizan fuentes diversas, con frío o con calor, que se aplican también mediante un catéter que se lleva hasta el corazón. Es un procedimiento complejo, por eso es importante la experiencia, hacer muchos casos para tener resultados de calidad», afirma Rodríguez, que recuerda que la aurícula contribuye hasta un 30 % a la función global del corazón. «En Santiago restauramos el ritmo cardíaco a más del 80 % de pacientes con arritmias, y ese es el objetivo. En los casos de mejor pronóstico se llega al 90 % de éxito, y las tasas de complicaciones que tenemos es baja», apunta.

Además, el CHUS destaca por tener una línea de investigación en fibrilación auricular muy importante. «Pertenecemos al Centro de Investigación Biomédica en Red (Ciber) estatal de enfermedades cardiovasculares. Estamos entre los seis hospitales de España con más procedimientos de ablación; el año pasado realizamos 430 para todo tipo de arritmias, de las que 115 fueron en pacientes con fibrilación auricular», destaca.

Este trabajo se tiene en cuenta en el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS). Allí buscan identificar biomarcadores sanguíneos «que puedan situarnos en el estadio de la enfermedad, para poder predecir el peor pronóstico en la parte clínica, y buscar las alternativas terapéuticas», sostiene Moisés, que se incorporó al CHUS en el 2012, justo cuando se abrió la segunda sala de Electrofisioloxía en el servicio de Cardioloxía.

Especialista. Moisés Rodríguez (Ourense, 1980) completó su formación en Bruselas y Houston. Ejerce en el CHUS desde el 2012.

Dolencia. Un estudio del CHUS detectó en el 2015 casi 9.000 pacientes con fibrilación auricular. Es la arritmia cardíaca más frecuente en la población.