El sector cárnico se recupera tras una década en la cuerda floja

Xoán R. Alvite / A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

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La buena evolución se constata en el aumento de los precios y del producto certificado

19 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las explotaciones cárnicas barbanzanas empiezan a ver la luz al final del túnel. Tras casi una década sobreviviendo únicamente gracias a las ayudas derivadas de la PAC -se calcula que continúa siendo el único beneficio neto de más de la mitad de las granjas- el sector parece que comienza a recuperarse. De hecho, la mayoría no duda en calificar el ejercicio pasado como el mejor de la última década.

Bien es cierto que el punto de partida era excesivamente bajo, con precios que llegaron a ser hasta un 25 % inferiores a los que se registran en este momento. A día de hoy, según los datos de la Indicación Xeográfica Protexida Ternera Gallega (IXP), las cotizaciones oscilan entre los 4,17 euros kilo canal de las hembras de entre 200 y 230 kilos, y los más de cinco euros de los animales calificados como suprema.

La buena evolución del sector se constata, precisamente, en la cantidad de kilos de carne certificados por la IXP y que, durante el año pasado, crecieron en más de 100 toneladas en comparación con el ejercicio precedente, alcanzando un nuevo récord histórico.

El consumo

Detrás de esta evolución favorable de los precios en origen se encuentra, tal y como apuntan varios expertos, la mejora general de la economía y los buenos datos turísticos que, al parecer, tienen una repercusión directa sobre el consumo. De hecho, los meses estivales son, tradicionalmente, los que presentan una mayor demanda de carne, y también los que registran mejores cotizaciones para los ganaderos.

De igual manera, ha tenido un efecto muy importante sobre la buena evolución del sector la contención de los costes de producción, principalmente en lo relativo al apartado de la alimentación, el más cuantioso de todos.

Por un lado, el precio del pienso -oscila entre los 29 y los 32 céntimos en la zona- se encuentra en valores similares a los de hace cinco o seis años. Además, las cosechas de forraje han sido lo suficientemente buenas para evitar que los ganaderos tuviesen que recurrir a la compra de comida foránea.

Sobre este aspecto, el gerente del matadero comarcal, Manuel González, afirma que la cría de reses para la comercialización de carne «é rendible se tes bastantes animais. Do contrario, non compensa». En su caso, la cabaña de terneros en cebo es de 1.800 ejemplares. Asimismo, González se refiere a la necesidad de contener el gasto en alimentación: «Se tes que mercar o forraxe, o custe encarécese moito».

Dado que Manuel González se dedica profesionalmente a esta actividad, explica que «nós temos a persoas que cultivan a terra. Botamos moitas hectáreas de millo e collemos herba seca».

Por su parte, un criador de porcino de Lousame recalca que las cotizaciones oscilan mucho en invierno y verano. Señala que esta es la época más floja y que, ahora, el kilo está a 0,99, «máis barato que un café». Sin embargo, reconoce que durante la temporada estival los precios fueron buenos, sobre 1,34 euros.

Este productor manifiesta que la situación ha mejorado en los últimos años: «Durante a época forte da crise as cotizacións estiveron fatal». También explica que la demanda de carne procedente del extranjero es determinante: «Dependemos moito do mercado, de se compran os rusos ou os chinos. Ese é o indicador dos valores».