Una sala de subastas que este año recibirá un lavado de cara

josé manuel sande MUROS / LA VOZ

BARBANZA

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A las goteras por el mal estado de la cubierta se suman varios desperfectos en el firme y en los muros perimetrales

17 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La lonja de pescado de Muros ya suma más de dos décadas de antigüedad y, debido al gran uso que se hace de las instalaciones, han aparecido varias deficiencias que no han tardado en denunciar desde la cofradía de pescadores. Entre los desperfectos más importantes están algunas grietas y desperfectos en el suelo de la sala de subasta, abundantes goteras procedentes de la cubierta, así como varios desconchados en los muros perimetrales. Además, muchos usuarios consideran que sería necesario redistribuir los espacios interiores para dedicarlos a nuevas funciones.

Desde la Consellería do Mar están al tanto de esta situación y ya informaron a los responsables del pósito local de que, a lo largo del presente año, se realizarán obras de acondicionamiento y mejora en este recinto. Además, no todo son problemas en la lonja muradana, que destaca por la limpieza de sus salas, así como por el orden de los carros, cajas y otros enseres.

Gran movimiento diario

Desde primera hora de la tarde, con la llegada de pescado, comienza la puja tradicional de las distintas especies, cantándose los precios del producto hasta que algún comprador detiene la subasta. Esta acción continúa suscitando el interés de los turistas, que principalmente durante el verano acuden al recinto para presenciar la puja.

Hace años que la Consellería do Mar dotó a estas dependencias de modernos equipos técnicos para posibilitar la venta informática, pero la pantalla digital nunca se puso en práctica. La razón para no modernizar el sistema de compra radica en que entre los armadores existen discrepancias sobre la conveniencia de modificar las tradicionales pujas. Desde del pósito local se explica que, además de no existir interés entre los productores, la puesta en marcha de los nuevos mecanismos no supone grandes beneficios para los usuarios. Además, muchos barcos que se dedican a la captura de especies pelágicas ya venden directamente toda su mercancía desde el mar.

Mediante vendedurías

Por otro lado, los productores también cuestionan el sistema de comercialización en lonja, porque las subastas de pescado se realizan mediante vendedurías y las embarcaciones con base en el puerto tienen que recurrir a dos empresas particulares y a otra que promueve la cofradía. Desde el pósito no hay consenso a la hora de elegir la forma de realizar el proceso y, por ello, varios armadores prefieren que sean las firmas privadas las que pongan en el mercado su mercancía para sacar los mejores precios.

No obstante, las capturas efectuadas en bancos administrados por la cofradía se subastan siempre desde la vendeduría del pósito muradano.