Los de la Sirena dieron la cara contra un reforzado Mareantes

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro SEVILLA RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

El Barbanza cayó por la mínima en Santa Lucía ante el rival pontevedrés, que acudió a Rianxo con parte del equipo A

15 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El mal fario en forma de lesiones ha sido una losa demasiado pesada para un Barbanza Rugby Club que arrancó la temporada de manera exultante. Las continuas bajas dilapidaron una racha que apuntaba al ascenso a la primera división autonómica. A pesar del bache, los quince de la Sirena volvieron a exhibir su mejor cara este sábado, en el campo de Santa Lucía, ante un Pontevedra Mareantes B que visitó la comarca con buena parte de los jugadores de la primera plantilla.

Aunque el resultado final fue una derrota por un ajustado 21-26, el encuentro tuvo de todo. Polémica, garra, pelea y barro, mucho barro. El terreno de juego se convirtió en una trinchera, en la que ambos quinces pelearon cada balón. La afición que se agolpó en la grada de Rianxo lamentó que el colegiado anulase dos ensayos al Barbanza, ya que creyeron que eran válidos.

«Estamos contentos pese a derrota porque perdemos contra un primeiro. Pero volvemos ao noso xogo e á defensa do principio da tempada. O parón de Nadal sentou ben para recuperar efectivos», apuntó el presidente y jugador del club, Siso Pérez. El bloque barbanzano sigue esperando por la reincorporación de uno de sus mejores jugadores, Hadrián Otero, que sigue recuperándose de una lesión.